Las autoridades catalanas anunciaron este sábado que, en las primeras 24 horas de implementación del nuevo plan contra la multirreincidencia, se detuvieron a un total de 105 personas en Barcelona, marcando un hito en los esfuerzos por combatir el crimen persistente en la ciudad. Además, se tramitaron 330 denuncias administrativas, según informaron los Mossos d’Esquadra, la policía regional, en un comunicado oficial. La operación, que comenzó el viernes, forma parte del Local Security Plan 2024-2027, diseñado para abordar el aumento de delitos cometidos por reincidentes, especialmente en áreas urbanas densas.
El plan, presentado por el Ayuntamiento de Barcelona y respaldado por la Generalitat de Catalunya, incluye medidas como el uso de un sistema de identificación ocular automatizado por parte de la Guardia Urbana, mayor coordinación con la Policía Nacional para identificar a extranjeros en situación irregular que cometan delitos repetidos, y la creación de nuevos tribunales especializados para agilizar los casos de multirreincidencia. Según el alcalde Jaume Collboni, el objetivo es “enviar un mensaje claro: en Barcelona no hay impunidad para quienes persisten en delinquir”.
Entre los detenidos, las autoridades no han especificado detalles, pero posts encontrados en X sugieren que la mayoría serían inmigrantes, aunque esta información debe tratarse con cautela, ya que no ha sido confirmada oficialmente y refleja más un sentimiento en redes que datos verificados. Los delitos más comunes asociados con los detenidos incluyen robos menores, hurtos (especialmente pickpocketing) y pequeños traficantes de drogas, que han convertido a Barcelona en un foco de preocupación, apodada en algunos círculos como “la capital europea del carterismo”.
El plan también contempla sanciones más duras, como penas de prisión de entre 1 y 3 años para quienes sean sorprendidos robando dispositivos electrónicos o móviles, una medida que busca disuadir a los reincidentes que explotan lagunas legales, como la antigua norma que permitía liberar a ladrones que robaban bienes de menos de 400 euros sin pasar por un juez. Aunque una reforma del Código Penal en julio de 2022 cambió esta práctica, las autoridades reconocen que aún persisten desafíos para aplicar la justicia de manera efectiva.
La operación de ayer involucró a cientos de agentes de los Mossos d’Esquadra y la Guardia Urbana, quienes realizaron controles en áreas críticas como el metro, el centro histórico y zonas turísticas. En un solo día, identificaron a 105 individuos con antecedentes, acumulando un total de 313 registros previos, según datos preliminares. “Es un paso adelante, pero sabemos que es solo el comienzo. Este plan no solo busca detener, sino prevenir y rehabilitar”, afirmó el conseller de Interior, Joan Ignasi Elena, en una rueda de prensa.
Sin embargo, la medida ha generado críticas. Algunos sectores, incluidos partidos de oposición y activistas, argumentan que el enfoque en la detención masiva podría no abordar las causas subyacentes del crimen, como la falta de integración, el desempleo y la pobreza. Otros han señalado en redes sociales que el plan podría estar sesgado contra inmigrantes, aunque las autoridades insisten en que las acciones se basan en datos objetivos de reincidencia, no en perfiles étnicos.
El Plan Local de Seguridad 2024-2027 también incluye iniciativas comunitarias, como la participación de vecinos y la creación de unidades especializadas contra el okupación y los traficantes de drogas. Según datos del Ministerio del Interior español, los delitos en la provincia de Barcelona aumentaron un 6,7% entre 2022 y 2023, con un notable incremento en los hurtos sin violencia (6,1%) y los robos con intimidación (1,5%).
La ciudad, que atrae a millones de turistas anualmente, ha visto cómo el crimen menor ha afectado su imagen y la calidad de vida de los residentes. El cierre de Meta y la pérdida de empleos en moderación de contenidos, anunciado esta semana, ha añadido presión a la economía local, lo que algunos analistas vinculan indirectamente al aumento de la delincuencia.
Las autoridades planean evaluar los resultados del primer día y ajustar el plan en las próximas semanas. Mientras tanto, el éxito inicial de las detenciones ha sido celebrado por algunos como un avance, pero también ha reabierto el debate sobre cómo equilibrar seguridad, justicia y derechos humanos en una ciudad que lucha por mantener su estatus como referente global.