Ay, Garrido

Mala plantilla, mal entrenador y crisis institucional y económica. Esas son las columnas que están a punto de derrumbarse en el C.D. Tenerife, que no da una, que desespera a la afición y que se ha enfrentado a una parte de la prensa, supuestamente por no saber a los periodistas que compra. El verbo comprar pueden ustedes tomarlo como quieran: como decir que la generalidad de los periodistas son unos robaperas, como afirmar (sin duda) que la profesión está generalmente mal formada, huera de academia, demasiado autodidacta y mal acostumbrada, o también, ¿por qué no?, que hay indeseables sobreros, aunque esto hay que demostrarlo. Aunque periodistas sobreros ha habido siempre. Garrido, que no tiene dinero para sustentar al Tenerife, le ha tenido que pedir efectivo o que vender acciones a un tal Rayco García para reforzar su presencia económica en el club. Juanito Pelayo me ha dicho a mí que él está ahí, con sus acciones, para ayudar (pero no ayuda nada). Y Amid Achí y Conrado Bacallado son ricos, quieren al Tete, pero tampoco van a arriesgar parte de sus fortunas para hacer fichajes. Y en medio de todos, Paulino, que pone boquita de piñón y escapa como puede, pero tiene que estar en la pomada porque vive de eso. Y está en su derecho. Yo dije, cuando ficharon a Cano, que no servía para el Tenerife, no es un entrenador solvente, y he acertado. Por una vez acierto con el fútbol. Y un día de estos, Amid Achí y Conrado Bacallado venderán sus acciones a Rayco García y éste será el patrón del Tete, echará a Garrido y será el presidente. Pero este Rayco, que saca el dinero de Arabia, según dice él, tiene perras, tiene cash. Hace poco compró un edificio en el Puerto de la Cruz. Así que más pronto que tarde lo veremos como presidente del consejo de administración, dejando a Paulino como responsable administrativo y buscando a un director deportivo que haga un equipo, porque este que salta al campo es una mierda. No le da para jugar en Segunda con éxito. O sea. ¿Cuál es el futuro de Garrido? Venderle a Rayco y marcharse a Londres, a ver el puente, la torre y la noria del Támesis. Y al rey Charles.