Austria se alzó como la gran vencedora del Festival de Eurovisión 2025 celebrado este sábado 17 de mayo en Basilea, Suiza, gracias a una propuesta inusual pero poderosa: “Wasted Love”, interpretada por el joven contratenor Johannes Pietsch, conocido como JJ. La canción, una sentida balada que fusiona elementos de ópera y pop moderno, se convirtió en una de las favoritas tanto del jurado como del público desde los ensayos generales.
La actuación de JJ fue calificada como hipnótica y dramáticamente contenida. Cantando íntegramente en inglés, JJ hizo gala de una técnica vocal impecable, alcanzando registros agudos inusuales en el certamen, que normalmente privilegia el pop comercial. Su escenografía en blanco y negro, con una estética marina y lúgubre, fue diseñada por el escenógrafo español Sergio Jaén. En el escenario, JJ aparecía solo en una estructura de acero que simulaba una jaula de coral metálico, rodeado de olas digitales y neblina. La interpretación, centrada en el desamor como naufragio emocional, culminó con un plano cenital que mostraba a JJ hundiéndose simbólicamente en el mar.
Austria obtuvo un total de 436 puntos: 258 del jurado profesional —el más alto de la noche— y 170 del televoto. Esto le permitió imponerse sobre Israel (2º lugar con Eden Golan y “Hurricane”) y Estonia (3º lugar con Nele-Liis Vaiksoo), en una de las ediciones más competidas de los últimos años.
Johannes Pietsch, de 24 años, es miembro de la Ópera Estatal de Viena y tiene una formación clásica rigurosa.
Por su parte, la representación española corrió a cargo de Melody, quien interpretó “Esa diva”, una canción pop-festiva con ritmos latinos. Pese a la energía del número, España quedó en la 24ª posición con solo 37 puntos, en un año en el que la competencia artística fue especialmente exigente.
La edición 2025 del festival estuvo marcada por un ambiente de reflexión tras semanas de polémicas previas —incluidas protestas por la participación de Israel—, pero la gala transcurrió sin incidentes y con una producción espectacular. La victoria de Austria marca su tercera coronación en Eurovisión (tras las de Udo Jürgens en 1966 y Conchita Wurst en 2014) y abre paso a una edición 2026 que, salvo sorpresa, se celebrará en Viena.
Con «Wasted Love», Austria no solo gana el micrófono de cristal, sino que propone un giro estético que podría redefinir el futuro del festival: menos espectáculo de luces y más emoción cruda.





