Un vuelo de All Nippon Airways (ANA) que cubría la ruta entre Tokio y Houston se vio obligado a realizar un aterrizaje de emergencia en Seattle después de que un pasajero intentara abrir una de las puertas de emergencia en pleno vuelo. El incidente ocurrió a bordo del vuelo NH114, operado por un Boeing 787-9, aproximadamente nueve horas después del despegue desde el aeropuerto de Haneda.
El pasajero, cuya identidad no ha sido revelada, se levantó bruscamente de su asiento y se dirigió hacia una de las puertas, donde intentó manipular el mecanismo de apertura. Dos pasajeros con formación militar intervinieron rápidamente, ayudando a la tripulación a inmovilizar al individuo utilizando bridas de plástico.
El piloto decidió desviar la aeronave al Aeropuerto Internacional de Seattle-Tacoma, donde aterrizó de manera segura alrededor de las 4:00 a.m. hora local. A su llegada fue entregado a las autoridades y trasladado a un hospital local para una evaluación médica, ya que se determinó que estaba experimentando una crisis médica.
Mientras el avión permanecía en tierra, otro pasajero comenzó a comportarse de manera alterada y también fue retirado del vuelo por la policía. Tras estos incidentes, el avión reanudó su trayecto y aterrizó en Houston aproximadamente cinco horas después de lo previsto.
Las autoridades han enfatizado que es prácticamente imposible abrir una puerta de emergencia durante el vuelo debido a la diferencia de presión entre el interior de la cabina y el exterior. Este incidente se suma a una serie de comportamientos perturbadores en vuelos comerciales en lo que va del año, destacando la importancia de los protocolos de seguridad y la preparación de la tripulación para manejar situaciones de emergencia