Alexis Amaya Carballo, CEO de Dormitorum, estuvo conmigo ayer viernes por la mañana, tomándose un café, en el paseo de San Telmo. Grabamos un video de 30 minutos, con flashes para Tik-Tok y el total para YouTube. Hablamos mucho de él, poco de mí, pero parece que otro día será al revés. Naturalmente él tiene muchas más cosas que contar que yo, porque está instalado en la economía del colchón, que naturalmente debe ser una economía cómoda. Este joven de 44 años tiene ya una empresa con más de 250 empleados, extendida por España, y pronto él verá los toros desde la barrera. Es rico, pero lo quiere ser más, no por él, sino por los demás. Porque sus ideas sociales son novedosas, porque ha creado una empresa de confort (todo lo relacionado con el descanso) que ha roto moldes. Y eso de romper moldes es de verdad, nada de frases hechas. Le pregunté que si una noche se había acostado pobre y por la mañana se había levantado rico y me contestó que no, que eso no funciona así. “Vi una oportunidad y la aproveché, pero antes, de jovencito, me había arruinado dos veces y cuando empecé a ver la luz fue cuando vendía enciclopedias, puerta a puerta”. Comercial nato, de ideas promocionales a veces hilarantes, es capaz de fichar a Lorenzo Lamas, que para algunos puede ser un ligón acabado de “Dinastía”, para promocionar sus colchones. Éxito.
No en vano, Lorenzo Lamas es el rey de las camas. Bueno, ahora con menos fuerzas, no sé si le irá el pareado. Anteriormente promocionaron la marca otros actores y hasta periodistas. Alexis, cuando le preguntas si le salió muy caro el fichaje de Lamas, dice que no, que su caché está ajustado a su momento actual. Se deja preguntar por sus ideas políticas. Yo sé que mantiene una posición laboral muy progresista y me cuenta que ahora vendrá a Tenerife Pepe Álvarez, el jefe de Comisiones Obreras, a mantener una entrevista con él en su canal de You Tube. Sus empleados ganan más que los de El Corte Inglés y, probablemente, que los de Mercadona. “Pero siempre estarán conmigo, desde luego si cumplen con su trabajo”. “Mira”, añade, “yo soy un socialdemócrata al que no le gustan los partidos actuales que están establecidos en España”. Me lo dice, paseando por San Telmo, enfundado yo en una camisa rosa que me hacía más barriga que la que tengo, que es mucha, y él muy deportivo y con pinta de ejecutivo de gimnasio. No voy a hacer spoiler de la entrevista, que verán ustedes la semana que entra en YouTube y, a cachitos, en Tik-Tok, pero este tío es un crack y una buena persona, además de un empresario al que solicitan para que les hable a los alumnos en colegios y en universidades. Un día vio que los diseñadores gráficos no tenían porvenir, despertó a la vida y, como Aladino, que viajaba en una alfombra, él se subió a un colchón, cruzó los espacios siderales y se convirtió en un gran empresario. Yo duermo en un Colossus y les aseguro que es una auténtica maravilla. Hasta mi perrita, Mini, le quiso agradecer ayer a Alexis que le hiciera conocer también a ella lo que es la definición de la comodidad.