al menos seis personas perdieron la vida y 39 fueron rescatadas tras el hundimiento de un submarino turístico en las aguas del Mar Rojo, frente a la popular ciudad turística de Hurghada, según informó la oficina del gobernador de la provincia del Mar Rojo. El incidente ocurrió a aproximadamente un kilómetro de la costa, cuando la embarcación, identificada como «Sindbad», llevaba a bordo a 45 turistas, en su mayoría de nacionalidad rusa, junto con cinco tripulantes egipcios.
El gobernador de la región, el general Amr Hanafy, confirmó que las seis víctimas mortales eran ciudadanos rusos, entre ellos al menos dos menores, según declaraciones del cónsul general de Rusia en Hurghada, Viktor Voropaev, a la agencia TASS. Los pasajeros, que también incluían personas de nacionalidades como India, Noruega y Suecia, disfrutaban de una excursión submarina para observar los arrecifes de coral, una actividad emblemática de la zona conocida por su rica biodiversidad marina.
El naufragio tuvo lugar alrededor de las 10:00 de la mañana hora local (08:00 GMT). Aunque las causas exactas del hundimiento aún están bajo investigación, testimonios preliminares de sobrevivientes, como el de una mujer entrevistada por el medio ruso Ren TV, sugieren que el agua comenzó a filtrarse por escotillas abiertas mientras los pasajeros tomaban sus asientos, lo que habría provocado un colapso repentino de la estructura. Equipos de emergencia, incluyendo 21 ambulancias, acudieron rápidamente al lugar, logrando rescatar a 39 personas, de las cuales 29 resultaron heridas y fueron trasladadas a hospitales locales. Entre los heridos hay siete niños, algunos en estado crítico.
El submarino «Sindbad», operado por la empresa Sindbad Submarines y propiedad de un resort homónimo en Hurghada, estaba diseñado para sumergirse hasta 25 metros y ofrecía recorridos de una a tres horas con ventanas panorámicas para admirar la vida marina. La compañía, que promocionaba poseer dos de los 14 submarinos recreativos del mundo, aseguró que tanto la embarcación como su capitán contaban con licencias válidas, según el gobernador Hanafy. Sin embargo, el incidente ha reavivado preocupaciones sobre la seguridad en el turismo marítimo en Egipto, tras accidentes similares en los últimos años, como el hundimiento del yate Sea Story en noviembre de 2024, que dejó 11 víctimas.
La embajada rusa en El Cairo reportó que la mayoría de los rescatados fueron trasladados a sus hoteles o a centros médicos, y destacó que no hay desaparecidos, lo que indica que todos los ocupantes han sido localizados. Mientras las autoridades egipcias investigan las circunstancias del suceso, el turismo, un pilar clave de la economía egipcia que generó 14.100 millones de dólares en 2024 según la ONU, enfrenta un nuevo golpe en una región ya marcada por conflictos y advertencias de seguridad.
Este trágico evento pone en el foco la necesidad de revisar los protocolos de seguridad en actividades turísticas de alto riesgo, mientras las familias de las víctimas, incluidos los padres de dos niñas huérfanas de Tatarstan, lloran una pérdida que ha conmocionado a la comunidad internacional.