Adiós, Biden; hola, Kamala

Joe Biden tuvo al menos un acierto: unir al difícil Partido Demócrata, donde hay menos disciplina que en el Republicano y donde cada uno parecía ir por su cuenta en el pasado. Si Biden propone a Kamala Harris, vicepresidenta actual, como su sustituta, ésta tendrá dos ventajas: una, tiene posibilidades de lograr el consenso demócrata, porque viene recomendada por un hombre con autoridad moral dentro del partido; dos, podrá utilizar para la campaña electoral los fondos ya recaudados al estar en el mismo “ticket” de Biden. Son razones de peso, no crean. Pero la convención demócrata de agosto se ha convertido en una asamblea en la que realmente podría elegirse un candidato, porque de aquí a esa fecha pueden surgir nuevos aspirantes que compliquen la elección de Kamala Harris como aspirante. No es probable, pero puede ocurrir. Para Donald Trump la renuncia de Biden es un inconveniente porque a Biden le ganaba de calle, pero si el candidato rival es una mujer la empezará a atacar, a su estilo, y esto le restará votos, muy probablemente. Y si es Kamala Harris, todavía más, porque Trump se la tiene jurada a todo lo que signifique Biden; y Kamala es fiel al todavía presidente, que ha dicho que cumplirá su mandato. Se abre una etapa apasionante y comenzará ahora una campaña terrible, con acusaciones y descalificaciones cruzadas y los mayores disparates que se puedan escuchar. Los asesores de campaña de Trump están afilando los cuchillos y los demócratas, un poco más desorientados, podrían no esperar a la convención de agosto para decidir allí mismo, como hemos dicho antes, sino que llevarían a la asamblea un candidato de consenso, sea Kamala o sea alguno de los gobernadores que han aparecido como presidenciables, entre ellos Gretchen Whitmer, gobernadora de Michigan, que tiene también bastantes papeletas para ser nominada. Hay otro personaje con posibilidades, el gobernador de California, Gavin Newsom. Los gobernadores de California son fijos en las quinielas demócratas, y también en las republicanas, en todas las vísperas electorales. El Estado de California es poderoso e influyente. Esta vez, Newsom es demócrata y tiene ciertas posibilidades de ser elegido candidato. Las mismas o más que la gobernadora de Michigan. Entre los tres citados estará el elegido, a no ser que salte alguna sorpresa y no sería la primera vez. Pero el hecho de que Biden haya designado a Kamala Harris la pone en la cabeza del pelotón de salida.