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La Asociación de Diplomáticos Españoles (ADE) ha criticado la gestión del Ministerio de Asuntos Exteriores, denunciando que la selección de embajadores se realiza de manera opaca y sin los procedimientos habituales de transparencia y mérito. Según la organización, la discrecionalidad en los nombramientos ha alcanzado niveles que consideran “impropios de un Estado de Derecho”.
En un comunicado dirigido al ministro José Manuel Albares, la ADE advierte que casi la mitad de los embajadores designados en los últimos cuatro años —el 46% del total— ocuparon sus cargos sin que las vacantes se hubieran anunciado previamente. La asociación sostiene que esta práctica provoca “incertidumbre y sensación de arbitrariedad” dentro del cuerpo diplomático, debilitando la previsibilidad que debería caracterizar a un servicio público.
El análisis de la ADE revela un patrón sistemático: en 2022, solo 28 de 42 nombramientos respondieron a vacantes publicadas; en 2023, 11 de 16; en 2024, 15 de 44; y en lo que va de 2025, apenas 18 de 33. En conjunto, 63 embajadores fueron seleccionados al margen de los procedimientos formales, lo que pone en cuestión la equidad del proceso.
La asociación reclama un cambio estructural que garantice un sistema de selección basado en criterios objetivos como la antigüedad, la experiencia y el desempeño en puestos previos, así como la intervención de una comisión de altos cargos que supervise la evaluación. También subraya que muchos subdirectores generales, que desempeñaron un papel relevante durante la Presidencia española de la UE, han quedado sistemáticamente excluidos de las designaciones recientes.
El Reglamento de la Carrera Diplomática, vigente desde 1955, sigue sin actualizarse, lo que, según la ADE, hace aún más urgente la implementación de normas claras y modernas. La organización propone que los procesos se alineen con las buenas prácticas europeas, asegurando transparencia y predictibilidad sin interferir en la competencia del Consejo de Ministros.
Además, la ADE reprocha que Albares aún no haya recibido a sus representantes, pese a las solicitudes realizadas desde diciembre de 2024, lo que evidencia un creciente distanciamiento entre la dirección del Ministerio y el cuerpo diplomático. La asociación insiste en que solo un sistema abierto y reglado permitirá reforzar la profesionalidad y reducir la discrecionalidad en una de las áreas más sensibles del Estado.