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martes, 30 septiembre,2025

Los hutíes confirman la muerte de su primer ministro en un ataque israelí contra Saná

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El movimiento hutí de Yemen, respaldado por Irán, ha confirmado este sábado la muerte de su primer ministro ‘de facto’, Ahmed Ghaleb al-Rahwi, en un ataque aéreo israelí perpetrado el pasado jueves contra la capital del país, Saná. Este ataque, que incluye la pérdida de varios ministros y altos funcionarios, representa un golpe significativo al liderazgo de los rebeldes y aviva las llamas de un conflicto que se extiende más allá de las fronteras yemeníes, en la guerra en Gaza y las agresiones hutíes contra Israel y la navegación en el mar Rojo. Mientras tanto, persiste la incertidumbre sobre el estado del ministro de Defensa, Mohamed al-Atifi, y del jefe del Estado Mayor, Mohamed Abd al-Karim al-Ghamari, también objetivos declarados del asalto.

En un comunicado emitido por la presidencia hutí, el grupo ha anunciado el «martirio» de Al-Rahwi, junto a un número no especificado de ministros y compañeros, durante un taller gubernamental en Saná. «La sangre de los grandes mártires será combustible y motivador para continuar por el mismo camino», reza el texto, que insiste en la capacidad de sus instituciones para seguir operando pese a las pérdidas. Al-Rahwi, de 55 años y al frente del gobierno controlado por los hutíes desde 2022, carecía de autoridad operativa en el ala militar del movimiento, pero su rol simbólico como figura política era clave en la administración de las zonas bajo dominio rebelde, que abarcan gran parte del noroeste del país, incluida la capital.

El ataque israelí, confirmado por las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), se centró en un «objetivo militar del régimen terrorista hutí» en las afueras de Saná, coincidiendo con un discurso televisado del líder supremo del grupo, Abdul-Malik al-Houthi. Fuentes israelíes, citadas por medios locales, aseguran que el bombardeo apuntó a una reunión de alto nivel donde se congregaban hasta diez ministros, incluidos Al-Atifi y Al-Ghamari. Testigos en Saná describieron el asalto como un «terremoto», con al menos diez misiles impactando en menos de cinco minutos cerca del complejo presidencial y un centro de mando subterráneo. Aunque los hutíes han desmentido inicialmente algunas bajas, la confirmación de hoy apunta a un éxito parcial para Israel, que podría haber eliminado a parte del gabinete en un solo golpe.

Al-Atifi, ministro de Defensa desde 2016 y artífice de la relación estrecha con los Guardianes de la Revolución iraníes y Hezbolá, es considerado el pilar militar de los hutíes. Por su parte, Al-Ghamari, jefe del Estado Mayor, sobrevivió a un intento de asesinato israelí en junio pasado durante la breve guerra con Irán. Hasta el momento, no hay confirmación oficial sobre su suerte, aunque informes yemeníes opositores al grupo sugieren que ambos podrían haber perecido en el ataque.

Este episodio se desarrolla en una espiral de violencia que se remonta al 7 de octubre de 2023, cuando los hutíes, autodenominados Ansar Allah («Partidarios de Dios»), declararon su apoyo a los palestinos en Gaza lanzando misiles y drones contra Israel, así como ataques a buques comerciales en el mar Rojo y el golfo de Adén. Como respuesta, Israel ha intensificado sus operaciones en Yemen, con bombardeos que han inhabilitado el aeropuerto de Saná en mayo y destruido infraestructuras clave en ciudades como Hodeida. Solo en la última semana, un ataque previo el 24 de agosto causó diez muertos y más de 90 heridos, según autoridades sanitarias yemeníes.

Los hutíes, un movimiento zaydí chií que controla Saná desde 2014 tras derrocar al gobierno reconocido internacionalmente, han transformado Yemen en un frente adicional del eje proiraní contra Israel. Su líder, Abdul-Malik al-Houthi, de 46 años y sucesor de su hermano fundador, dirige el grupo desde cuevas montañosas, evitando apariciones públicas para eludir atentados. A pesar de las sanciones y los bombardeos de una coalición liderada por Estados Unidos, los rebeldes mantienen su retórica belicista: «Estamos preparados para una larga lucha y damos la bienvenida a la confrontación directa con Israel», declaró un alto cargo hutí tras el ataque.

El trasfondo es el caos yemení: una guerra civil que ha causado cientos de miles de muertes y una de las peores crisis humanitarias del mundo, con hambruna y desplazamientos masivos. Irán, acusado de armar y financiar a los hutíes, niega implicación directa, aunque evidencias de Washington y Riad apuntan a lo contrario.

Este ataque, codificado como «Gota de Suerte» por Israel, podría ralentizar las capacidades hutíes, pero expertos dudan de su impacto definitivo. Los rebeldes, indiferentes al sufrimiento de la población bajo su control, han demostrado resiliencia ante sanciones y bombardeos. Su portavoz militar, Yahya Saree, y figuras como Mohammed al-Bukhaiti mantienen que las operaciones en apoyo a Gaza continuarán.

Redacción
Redacción
Equipo de Redacción de elburgado.com

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