Sánchez continúa su huida hacia adelante

Antes de irse de vacaciones, Sánchez se ha vuelto a vacilar de los españoles, diciendo que presentará presupuestos para 2026, que se reunirá con Puigdemont, que volverá a ganar las elecciones (no las ha ganado nunca), ha presumido de que España recibe 100 millones de turistas (como si fuera él quien los ha conseguido) y continúa su imparable huida hacia adelante, desdeñando las posiciones del PP, ignorando a Vox y haciendo oídos sordos a la presión internacional que ya le pide abiertamente que dimita, a través de los principales medios de comunicación de la Unión Europea y de fuera de ella. Además, ha dicho que España crece casi el doble que la media de los países de la Unión y que las previsiones son buenas. Al Galgo de Paiporta le da igual todo: las saunas gay de su suegro, las imputaciones de su mujer, los procesos judiciales de sus allegados, los audios de Aldama, los vaticinios negros sobre su futuro que hacen los periodistas, el gobernar sin presupuestos dos años seguidos, lo cual es una medida constitucionalmente muy cuestionable. Todo le da igual. Su huida hacia adelante es tal que parece saltarse todos los obstáculos. Ha considerado “su aliado” a Sumar y a los otros “aliados ocasionales”. Dentro de unos días se entrevistará con el rey en Mallorca, presumirá de lo mismo tras en encuentro y se vendrá a Lanzarote, donde el Cabildo ya ha desistido declararlo “non grato”, porque Ángel Víctor Torres se ha encargado de desbaratar el proyecto del PP, que habla mucho y hace poco. De todas formas, esa declaración, ya fallida, es una pollabobada, porque non grato es, al menos de facto. Él y Zapatero estarán juntitos en la isla, a los que se añadirá Illa cuando avance agosto. Parece que, antes, los Sánchez han elegido otro destino fuera de España, como hicieron el año pasado, que me parece que se fueron a Islandia, o por ahí, que ya no recuerdo bien. Sánchez, en su terrible maratón, ha vuelto a hablar de ganar las próximas elecciones cuando las encuestas se le han desplomado hasta el punto de que podría no llegar a los 95 diputados, lo que significaría una paliza de la derecha, casi sin precedentes. En septiembre le esperan malas noticias, si es verdad que la UCO tiene argumentos suficientes para que salga pitando del cargo, aunque de Sánchez cualquier cosa se puede esperar. España no vive un buen momento político, aunque hay que decir que por la economía no va a caer, a pesar de la ausencia de viviendas, de sus leyes locas y de sus disparates y dispendios. Y de la situación de su familia. Por cierto, la jueza le ha dicho a su hermano que eso de irse a Japón sin permiso judicial, ni que lo sueñe, y que ha de comunicar al juzgado dónde está y dónde va a residir. Aunque, de momento, no le ha retirado el pasaporte.