¿Llegará a agosto?

No se sabe si Sánchez llegará a agosto ni si el comandante del Falcon estará preparando el plan de vuelo hacia la República Dominicana, como cualquier dictadorzuelo de república bananera, huido de su pueblo. Él y su familia. De momento, la fiscalía europea está investigando al socio de Begoña, Barrabés, por los mismos delitos que el juez Peinado investiga a la mujer de Sánchez, por lo que parece. Hay otras dos personas presuntamente implicadas, cuyos nombres no se han publicado, pero se sospecha de una de ellas, al menos. Sánchez tiene que estar agotado y ha decidido no ir al congreso de Comisiones Obreras, al que estaba invitado. ¿Saben por qué? Porque le esperaba un ambiente muy hostil, con abucheo incluido. Le aconsejaron que se quedara en La Moncloa. Para distraer al personal, se enfrenta a Trump, que al fin y al cabo es la cabeza de la OTAN, en una carta escrita al secretario general de la Organización, Mark Rutte, para decirle que no elevará la aportación económica española al Tratado, como van a hacer los demás países, “para no gravar a las clases medias”. Es otra mentira, porque a Sánchez la clase media le importa un pito. Es para contentar a Sumar, que ahora se empeña en que no se destine más dinero a armamento, cuando el mundo está amenazado por los enemigos de Occidente. Vamos a ver cuántos dirigentes de la Alianza le van a poner la cara colorada al sátrapa en la cumbre de la OTAN, que no será tan fácil para Sánchez como una sesión del Congreso, que sigue colonizado por su exigua mayoría Frankenstein. ¿Llegará a agosto? No lo sé, porque es muy escurridizo. Ya no tendrá éxitos internacionales, ayer sacó adelante tres leyes chorras y el sochantre Bolaños comenzó a brincar de alegría porque “la mayoría sigue”. Pero la minoría de la mayoría –permitan el juego de palabras— se lo está pensando mucho. Y lo importante no se lo va a aprobar: ni que instruyan los fiscales, ni tampoco que los jueces y fiscales accedan a la carrera por la puerta de atrás. O mucho me equivoco. Vamos a ver lo que sale de los pen-drives en danza, en los próximos días, porque lo de Barrabés en Europa ha sido un palo para la familia, a la espera de saber la identidad de los otros dos investigados y cuyas identidades están protegidas, como les he contado al principio.