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lunes, 1 diciembre,2025

El galgo de Paiporta sigue huyendo

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha vuelto a eludir su presencia en dos actos clave del protocolo institucional español, lo que ha generado un notable revuelo político y mediático. Con apenas 72 horas de diferencia, el jefe del Ejecutivo se ausentará tanto de la ceremonia de entrega del Premio Cervantes como del funeral del Papa Francisco, ambos eventos presididos por el Rey Felipe VI.

La primera ausencia se materializó este miércoles, cuando Sánchez no estuvo presente en la entrega del prestigioso galardón literario en el Paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares. El motivo alegado es su participación telemática en una cumbre internacional sobre clima y transición justa, convocada por Lula da Silva y António Guterres. Sin embargo, esta justificación no ha frenado las críticas: la fecha del Premio Cervantes es fija cada año y conocida de antemano, lo que plantea dudas sobre la priorización del mandatario.

El segundo desplante institucional será el sábado, cuando Sánchez tampoco formará parte de la comitiva oficial que asistirá al funeral del Pontífice en el Vaticano. Aunque Moncloa ha anunciado la asistencia de otros miembros del Gobierno, la ausencia del presidente resulta llamativa, especialmente cuando países vecinos como Bélgica o Países Bajos enviarán a sus jefes de Gobierno junto a sus respectivas casas reales. El contraste también es evidente si se recuerda la actitud de José Luis Rodríguez Zapatero en 2005, quien viajó junto a Mariano Rajoy y los entonces Reyes al funeral de Juan Pablo II, mostrando una imagen de unidad institucional.

La falta de explicaciones claras sobre esta decisión abre la puerta a interpretaciones sobre un posible desinterés del presidente en reforzar su relación con la Corona o con la Santa Sede, instituciones que han sido tradicionalmente pilares de la diplomacia y del protocolo del Estado. En el contexto actual, donde la política internacional y la imagen institucional tienen un peso estratégico, estas ausencias podrían percibirse como señales de distanciamiento voluntario por parte del Ejecutivo.

Mientras el rey sigue cumpliendo con su papel de representación institucional, las decisiones de Sánchez podrían estar debilitando la proyección de unidad que exige la alta política, tanto dentro como fuera de nuestras fronteras. Lo que algunos interpretan como pragmatismo en la agenda, otros lo ven como una desconexión preocupante con las obligaciones simbólicas del cargo.

Gabriel Suárez
Gabriel Suárez
Redactor de El Burgado, estudiante de Periodismo en la Universidad de La Laguna, directivo de la Coordinadora de Representantes de Estudiantes de Universidades Públicas, Vicepresidente del Consejo de Estudiantes de la Universidad de La Laguna y colaborador en programas de televisión y emisoras de radios

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