En un avance significativo hacia la distensión en el conflicto que ha marcado la región desde febrero de 2022, Rusia y Ucrania han alcanzado acuerdos por separado con Estados Unidos para garantizar la seguridad de la navegación en el mar Negro. Según informó la Casa Blanca este martes 25 de marzo, las negociaciones, llevadas a cabo entre el 23 y el 25 de marzo en Riad, Arabia Saudita, culminaron con el compromiso de ambos países de eliminar el uso de la fuerza y evitar la militarización de buques comerciales en esta estratégica vía marítima.
Los acuerdos, detallados en dos comunicados independientes emitidos por el gobierno estadounidense, también incluyen medidas para prohibir ataques contra infraestructuras energéticas en ambos territorios, un paso que busca reducir la escalada de hostilidades que han afectado a civiles y a la economía global. La Casa Blanca destacó que estos pactos reflejan el interés del presidente Donald Trump por detener las «matanzas» y avanzar hacia una paz duradera entre las dos naciones.
Por parte de Rusia, el ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov, condicionó la firma de los acuerdos a «garantías claras» por parte de Ucrania, exigiendo una orden directa de Washington al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, para asegurar su cumplimiento. Moscú también solicitó el levantamiento de restricciones que afectan sus exportaciones de cereales y fertilizantes, un punto que Estados Unidos se comprometió a facilitar, incluyendo el acceso a puertos y sistemas de pago internacionales.
La iniciativa revive parcialmente el espíritu de la Iniciativa del Mar Negro, un acuerdo de tregua marítima firmado en junio de 2022 bajo mediación de la ONU y Turquía, que permitió la exportación de millones de toneladas de cereales ucranianos durante un año, pese al conflicto. Tras su colapso en 2023, la navegación en la región había sido un foco de tensiones, con ataques a buques y puertos por ambas partes. Este nuevo pacto, que entra en vigor de inmediato, busca restablecer la seguridad en las rutas comerciales marítimas, esenciales para la economía ucraniana y el suministro mundial de alimentos.
El presidente Zelenski, por su parte, subrayó que cualquier violación de los términos por parte de Rusia desencadenará una petición directa a Trump para imponer sanciones más duras y suministrar armamento adicional a Ucrania. «Si los rusos lo incumplen, tendremos evidencia clara para actuar», afirmó en una conferencia de prensa en Kiev. Mientras tanto, expertos ven en este acuerdo un posible preludio a conversaciones más amplias para un alto el fuego, aunque persisten dudas sobre su sostenibilidad dadas las exigencias mutuas y la fragilidad de la confianza entre las partes.
Este desarrollo, mediado por Estados Unidos, marca un hito en los esfuerzos internacionales por mitigar las repercusiones del conflicto, especialmente en el mar Negro, un corredor vital para el comercio global y un punto estratégico en la pugna entre Rusia y Ucrania.





