El ex consejero (dos veces) de la Comunidad de Madrid, José Güemes, directivo del IE Business School, entró como papa en el juzgado 41 de Madrid, del que es titular el juez Peinado, y salió cardenal, como ocurre en los cónclaves vaticanos. Es decir, que entró como testigo y sin abogado y salió como investigado y con la necesidad de buscarse un letrado que le asista cuando sea citado otra vez. Y todo por culpa Begoña Gómez, la catedrática sin COU de Pedro Sánchez, que también fue fichada por el IE para crear el África Center, otra entelequia que, según la acusación, se mamó unas perritas de Air Europa. Esto no para. El juez Peinado, don Juan Carlos, tiene evidencias de testigos de que hubo pasta de por medio y de que seña Begoña llamó al IE, a Güemes, y le envió su currículo, aunque con la propensión a lo falso que tiene la familia Sánchez, no me extraña que el currículo haya sido extraído de la tesis –chimba— de su Pichón. Y así están las cosas, con un nuevo imputado en el caso de seña Begoña, que van a ser más porque las cosas pintan muy mal para la primera dama –chimba— de un país que no tiene primeras damas y que, si las tuviera, no sería ella. Vamos a ver en cuántos imputados (ahora, investigados) se pone el caso, que ya tiene unos cuantos, que andan con la mosca tras la oreja porque el juez Juan Carlos Peinado lo ata todo con badana, es decir, fuertemente, que da los pasos legales necesarios y al que no se le escapa una. Es decir, que quedan careos pendientes y vete tú a saber si en alguno de ellos entra seña Begoña, que ahora está en Brasil pero que mañana va a estar en el juzgado otra vez, aunque ahora para recoger las querellas por presunta apropiación indebida (en el lenguaje popular, presunta mamanza) y por intrusismo profesional (en el lenguaje popular ejercer de algo sin tener la habilitación necesaria, presuntamente, claro). Le están dando trabajo al ex ministro Antonio Camacho, abogado de la familia, o sea que se van a tener que rascar el bolsillo los Sánchez porque estas cosas son caras. Para el Pichón, no, porque el Pichón tiene a la Abogacía del Estado, que para él es gratis. Cuando deje de ser lo que es, lo cual ocurrirá más pronto que tarde, tendrá que buscarse un abogado, como todo quisque, si es que lo necesitara o necesitase. Porque aquí el que entra papa sale cardenal, Pichón mío, le dijo –por la experiencia— ella a él.
domingo, 7 diciembre,2025





