El Real Madrid está arriba en todas las competiciones: en la Champions, en cuartos; en la Liga, líder; y en la Copa del Rey, semifinalista, a la espera del partido de vuelta contra la Real Sociedad.
O sea, que está cumpliendo el plan establecido, aunque algunos jugadores están literalmente reventados, como Valverde, Bellingham y el mismo Mbappé. Muchos partidos, demasiado esfuerzo físico. Ayer cumplieron con su trabajo, hicieron un buen encuentro y derrotaron al Villarreal, que había marcado primero (el argentino Juan Foyth, el actor de teatro que se tiró al suelo porque Bellingham le tocó la cabeza), aprovechando un rechace eterno de la defensa del Madrid.
Luego el equipo de Ancelotti puso las cosas en su sitio y Mbappé marcó dos veces, con pocos minutos de diferencia, dejando en la primera parte el resultado final (1-2). Pero aunque Mbappé fue el MVP del partido, por sus dos goles y por su esfuerzo continuo, hubo dos jugadores que literalmente se salieron, Camavinga (recorrió 15 kilómetros en el partido) y Bellingham.
Y otro detallito: Mòdric es mejor que no se retire, aunque esté a punto de cumplir 40 años, porque cada vez que sale al campo pone orden. Y en una orquesta tan afinada como es el Real Madrid, el primer violín es primordial. Hasta Rodrigo se afanó en ayudar en defensa a sus compañeros y cuajó una excelente actuación.
El Villarreal también acabó agotado, porque se empeñó en correr más de la cuenta, sobre todo en los primeros minutos del partido, muy obsesionado en presionar al Madrid. Un equipo que se obsesiona con la presión es un equipo condenado al cansancio. Y así ocurrió. Al final no podían sus jugadores con las botas.
Este resultado pone al real Madrid en muy buena posición para ganar también la Liga y más si el Atlético de Madrid es capaz de vencer hoy, domingo, al Barcelona.
Una Liga cuya organización no tiene respeto por el equipo de Florentino Pérez y le hace jugar a menos de las 72 horas de distancia que marca la UEFA entre partidos, después de vérselas en Champions con el Atlético de Madrid. El Madrid avisa a la Liga que es la última vez que lo hace.
Repito, sus jugadores están muy cansados porque se juegan demasiados partidos seguidos y esto pasa factura. Lo que ocurre es que Pintus tiene al equipo como una roca y por eso resiste. Pero no es bueno jugar con fuego. Porque bastantes lesiones ha sufrido el Real Madrid por el sobreesfuerzo de sus futbolistas.
El partido fue muy disputado en las dos mitades, porque el Villarreal quiere meterse en Europa (es posible que hasta el quinto equipo de la Liga se meta en Champions este año) y tiene un buen equipo. Pero el Madrid es el Madrid, se colocó muy bien en el campo, supo crecer cuando encajó el gol y, jugando como le gusta, al contrataque, doblegó al equipo vestido de amarillo que pudo marcar en algunas ocasiones, pero un gran Courtois lo impidió. Sobre todo parándole al tinerfeño Ayoze todo lo que tiró a puerta.
Un paso fundamental del Real Madrid en una Liga muy apretada y que le permite seguir como candidato a ganarla, en todo caso por lo que será, sin duda, un margen muy pequeño. Veremos lo que ocurre.
