
El Real Casino de Tenerife es una sociedad, al menos, pintoresca. Hoy martes se debatía un sistema novedoso de captación de energía, a través de placas solares, barato, financiado por Cajasiete, que permite ahorrar dinero a la sociedad tinerfeña citada y que la terraza no se convierta en un horno en verano y se pueda estar allí tan ricamente. Pero como existe una oposición –vamos a llamarla obtusa– al presidente, Miguel Cabrera, le rechazan todas sus propuestas, sin pensárselo. No hay que oponerse por oponerse, esto está muy feo, aunque parece que el motivo que esgrime esa oposición es la falta de información. En fin, que venció la sensatez, tendremos aire acondicionado y yo, que he cumplido ya muchos años y que soy socio honorífico, o como coño se llame eso, del Casino, no me voy a derretir en la azotea cuando pida, este verano, la tarta de queso. Diga lo que diga esa entusiasta oposición, Miguel Cabrera Pérez-Camacho ha sido un grandísimo presidente; y el autor de ese proyecto energético que ahorrará pasta y dará fresco al personal y al socio ni siquiera es suyo, sino del miembro de su junta directiva y estimado amigo Manolo Fernández, que en tecnología es un hacha.

Así que menos mal que este martes la propuesta salió adelante y los socios podremos parar de sudar mientras degustamos el barato, pero apetecible, menú del restaurante. Nunca el Real Casino de los Caballeros había tenido tanto dinero. Y eso se lo debemos a la actual directiva, que ha hecho un gran esfuerzo imaginativo, con su presidente a la cabeza. Lo que tenían es que poner un busto de Miguel Cabrera al lado del de Faustino Albertos, el fundador, crear otro premio con su nombre y reconocer su trabajo al frente de la institución: lo demás son envidias de pueblo que no conducen a nada sino a la división de los socios. Mientras, Miguel se toma un gin-tonic en el bar, por consejo de su médico. Esperando a que le coloquen el busto en la puerta, propuesta que yo haré cuando mi amigo deje de ser presidente. Un abrazo, Miguel. En lo único que discrepo de ti es que el rector de la ULL no es –para mi– un papa frita, como apuntaste en una declaración. A los rectores de La Laguna se les ponen caras de mero a la plancha y a veces de besugo al horno, como a Martinón. Bueno, paso a otra cosa, porque no vamos a estar aquí redundando.

En junio, el Ayuntamiento de La laguna organiza un homenaje a la bella Clemencia Hardisson, musa de pintores, madrina del Tete, reina de la belleza que fue. En octubre se estrena el reportaje que dirige Raúl Jiménez y que se titula “Clemencia, luz en tiempos oscuros”, en el que colaboran los profesores José Francisco López y el titular de Química de la ULL, doctor Jorge Méndez, especialista en “tierras raras”.

Será este el año de Clemencia Hardisson, a la que intentaron encarcelar –no me acuerdo si lo consiguieron— durante el franquismo por sus ideas liberales. No me pierdo nada de lo que hace Raúl, pero este documental tiene muy buena pinta, como la tuvo el dedicado a Blas Cabrera Felipe. Paso a otro asunto. Dice Ayuso que “España se apagó el lunes a la venezolana”. Tiene mucha razón la presidenta de Madrid, a la que le han querido boicotear el 2 de Mayo, prohibiendo que el Ejército participe en el tradicional desfile con motivo de tan señalada fecha para España. Isabel Díaz Ayuso es la bestia negra de Sánchez y el otro día concedió una entrevista muy interesante al periódico “El Debate”, heredero de aquel que fundara el cardenal Herrera Oria. Me gustó mucho la sensatez de la presidenta de Madrid, lo cual no es nada nuevo porque ha demostrado que ella sí que gana elecciones y que gobierna con maestría la región más próspera de España. Para mí, ella y Cayetana Álvarez de Toledo son las dos promesas políticas del centro-derecha español. A ver si no me equivoco. Bien y esto es todo por hoy. No hablo aquí de electricidad porque me podría electrocutar, con tanto gigawatio de por medio. Mañana será otro día.