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viernes, 23 mayo,2025

Vaticanistas

Nunca he visto tantos vaticanistas como en los programas de televisión de hoy. Todos se creían especialistas en el Estado del Vaticano. Menos mal que ya no sacan a Malaquías, el profeta que nos va anunciando el fin del mundo según los lemas de los papas. Si sale elegido un papa negro, despídanse, porque según la tradición será el último, con el nombre de Pedro Romano, antes de que caiga el meteorito que acabará con nosotros, o a Trump o a Putin o al chino o al gordo de Corea del Norte, los jinetes del apocalipsis, se les trabe un dedo en el gatillo y lancen los misiles (es dudoso que el gordo de Corea del Norte pueda hacerlo, porque los misiles le fallen, porque no le quepa el dedo en el gatillo o, simplemente, no tenga misiles). Junto a personas perfectamente conocedoras del Vaticano como el embajador Jorge Dezcallar, algunos cronistas analfabetos funcionales lanzaban una serie de disparates, uno detrás de otro, sin zorra idea de lo que estaban hablando. Dio gusto escuchar al embajador Dezcallar. Las cadenas españolas competían en estupidez, menos cuando entraban en escena periodistas cercanos a las revistas de signo religioso, que sabían de lo que hablaban, o diplomáticos como el aludido. Desengáñense ustedes, el que entra papa sale cardenal y ahora el papa con más papeletas para serlo es el actual secretario de Estado del Vaticano, que ha dejado de serlo, me parece, tras la muerte del papa: Pietro Parolin. Hubo alguno –como el cardenal Ratzinger, luego Benedicto XVI— que entró papa y salió papa, porque casi fue designado a dedo por San Juan Pablo II, pero esta fue la excepción. Se habla de algunos cardenales, progresistas y conservadores, incluso de un español, el arzobispo de Barcelona, monseñor Omella. Pero no hagan ustedes caso. Esto es una lotería y hasta que no lleguen todos los cardenales a Roma, los electores y los no electores, hasta que se reúnan en el pre-cónclave, no hay rumor digno de tener en cuenta. Ya saben que cuando se pronuncie el “extra omnes” (todos fuera) sólo quedarán dentro de la Capilla Sixtina los cardenales electores (los menores de 80 años). Por cierto, que el papa impartió, la tarde antes de morir, la bendición urbi et orbi. Sobre esta expresión latina hay teorías. En los tiempos de Pío XII, Juan XXIII y Pablo VI, se decía urbi et orbe. Pero ahora el Vaticano asegura que es urbi et orbi. Y se añade que significa “desde la ciudad (de Roma) y para el mundo”, no en sentido literal, que sería algo así como “desde la ciudad y para el mundo”. Bueno, la traducción del latín al castellano tiene matices, yo ya no me acuerdo, los he olvidado desde el bachillerato. Pero recuerdo, de niño, en los tiempos de Pío XII, que fue mi primer papa, que se decía urbi et orbe, quizá erróneamente. No es que tenga mucha importancia, pero rellena espacio. Por cierto, no sé si quedan catedráticos de latín en las universidades y en los institutos. Pero siempre nos quedará la inteligencia artificial de Telefónica, porque la natural se fue con Pallete.

Andrés Chaves
Andrés Chaves
Periodista por la EOP de la Universidad de La Laguna, licenciado y doctor en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense, ex presidente de la Asociación de la Prensa de Santa Cruz de Tenerife, ex vicepresidente de la FAPE, fundador de la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad de La Laguna y su primer profesor y profesor honorífico de la Complutense. Es miembro del Instituto de Estudios Canarios y de la National Geographic Society.

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