Un cayuco con aproximadamente 180 personas a bordo volcó en el puerto de La Restinga, en la isla de El Hierro, provocando la muerte de al menos siete mujeres, entre ellas tres niñas de entre cinco y 16 años. Además, un bebé permanece desaparecido y varios menores han sido hospitalizados en estado grave.
La embarcación, procedente de África Occidental, fue detectada por el Sistema Integrado de Vigilancia Exterior (SIVE) y escoltada por Salvamento Marítimo hasta el puerto. El accidente ocurrió a escasos metros del muelle, cuando los ocupantes, ansiosos por desembarcar, se agolparon en un lado del cayuco, provocando su vuelco.
Fernando Gutiérrez, expresidente de la Cofradía de Pescadores de El Hierro, dijo: «Dentro de la mala suerte ha ocurrido algo increíble. Tras virar, cuando creían que no quedaba nadie debajo, se puso el cayuco boca arriba y resulta que dentro de unos compartimentos había unas diez personas que han sobrevivido. Estuvieron ahí un rato. Incluso un niño. Estuvieron debajo del agua por lo menos cinco minutos».
Equipos de Salvamento Marítimo, Cruz Roja, Policía Nacional, Guardia Civil y personal sanitario se movilizaron rápidamente para asistir a los supervivientes. Se desplegaron helicópteros medicalizados y se utilizaron aros salvavidas para rescatar a las personas que habían caído al agua.
El presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, expresó su profunda consternación por la tragedia, calificándola de «muy triste y desgarradora». El vicepresidente del Gobierno canario, Manuel Domínguez, también manifestó su pesar por el suceso.
Este incidente pone de relieve la peligrosa ruta migratoria hacia las Islas Canarias, que en 2024 registró la llegada de casi 47,000 migrantes, muchos de los cuales arriesgan sus vidas en travesías precarias desde África Occidental. A pesar de una disminución del 34% en las llegadas en 2025, la crisis humanitaria continúa siendo alarmante.
Las autoridades continúan las labores de búsqueda del bebé desaparecido y brindan atención a los heridos, mientras se investigan las circunstancias exactas del accidente.