Sostiene Ayuso en Cantabria, donde se ha celebrado la Conferencia de Presidentes, que si hay que condonarle la deuda a alguna comunidad autónoma sería a Valencia, no a Cataluña. Por razones obvias. Supongo que cuando se trata de una condonación interesada –un quid pro quo de Pedro Sánchez con los independentistas catalanes–, eso admitirá recurso de inconstitucionalidad, pero dada la parcialidad manifiesta del Tribunal Constitucional hacia el sanchismo, pues la esperanzas de que un recurso prospere parecen escasas. Ayuso es la única que ha tenido el valor de oponerse con fuerza a esa distinción interesada de Sánchez. Los demás contemporizan, los socialistas disimulan y los otros tratan de conseguir acuerdos y prebendas por debajo de la mesa. Ayuso, no. Ayuso da la cara y se convierte en la estrella de la Conferencia de Presidentes, con el rey presente en Santander. Lo que se interpreta como un gesto del monarca después de los últimos acontecimientos de Paiporta y Notre Dame. El rey creo que compartió un desayuno con los presidentes autonómicos y tuvo apartes con algunos de ellos, aunque Sánchez intentó siempre meter la nariz. Incluso también lo tuvo con el presidente del Gobierno, que parece más tranquilo, después de una serie consecutiva de meteduras de pata, que van desde la huida de Paiporta hasta la negativa a que los reyes fueran a París. A ver si la Navidad tranquiliza las aguas entre La Zarzuela y La Moncloa; y a ver si el curso que se reanuda tras las Navidades trae a la política española algo de sosiego. Desde luego, si Sánchez logra aprobar los presupuestos durará dos años más, aunque la corrupción conllevará un costo político envejecedor. Por lo menos se ha logrado reunir a los presidentes, han estado todos –me parece— y se ha dado una cierta idea de unidad territorial entre comunidades autónomas. Lo demás puede arreglarse o complicarse, ya veremos.
sábado, 17 mayo,2025