Hombre, pues sí, por lo que dicen las encuestas: los chicharreros y las chicharreras son los más maleducados de España. Si nos llevamos, por ejemplo, por las pintadas. En Vigo, cuyos habitantes son los más educados de España, y en Las Palmas, que están con una puntuación alta en buena educación, hay poquísimos grafitis, mientras que en los barrios de Santa Cruz es horroroso. Y en el trato de la gente, la capital tinerfeña no es que sea un dechado de educación, sobre todo el velillo, el elemento barriada, porque el habitante del casco tiene mejor educación. Yo lo achaco a los chachones del carnaval, que son legión y que se extienden como una plaga. A mi entender, el carnaval no ha traído sino mala educación, confianzudeo y mal rollo, a pesar de la fama que tiene de que durante su transcurso no pasa nada. Santa Cruz es también una ciudad desagradecida. A mí, a pesar de todo lo que he hecho por ella y escrito de ella, durante cincuenta y cuatro años, ni las gracias. Y viene cualquier godo y lo hacen hijo adoptivo. Yo tengo que quejarme. Por eso me apunto a la encuesta que considera al Chicharro como la ciudad más maleducada de España. Y a mucha honra. Cambio de tercio. Parece que el nuevo Ayuntamiento del Puerto de la Cruz –y no “de” Puerto de la Cruz— va a solucionar el problema de los váteres de San Telmo en estos días. Porque en la única zona decente de baño que queda hoy en el Puerto no hay cagaderos ni meaderos, ni duchas, y esto al turismo le está cabreando mucho por lo tercermundista de la cosa. Pues a ver si se esmeran porque estamos a un paso de ver los truños flotar en las aguas del Boquete, lo cual sería ya el colmo, truñeada como está Playa Jardín. Y a ver si el Cabildo se da prisa en solucionar el problema del emisario roto en aquella zona. En el sur, sin embargo, están mucho más al día, son mucho más europeos, menos catetos. Porque las playas están relucientes.
Me han enviado una foto de una perrita en una playa del sur de la isla de Tenerife que da gusto verla. La foto es de premio. En las zonas de baño son necesarios servicios para que la gente no lo haga en el mar, hombre. A ver si salimos ya de una vez del tercer mundo y nos asimilamos, por ejemplo, a la playa de Niza. La calidad de nuestro turismo lo exige y no se pueden abandonar las infraestructuras básicas. Miren, en la zona norte de la isla son más difíciles de ver las pintadas, los grafitis. Hay muchos menos, la gente respeta más el paisaje. Pero a la gente hay que darle facilidades para que esté cómoda y no se ponga a darle al bistec en contra de determinada zona. Aquí no cuidamos nunca ni los accesos, ni los servicios, ni los lugares de recreo: bares, chiringuitos bien montados. En Las Teresitas, por ejemplo, sí. En Las Teresitas hay servicios, hay duchas, hay chiringuitos, hay terrazas de alto standing, da gusto. Y vuelvo con Santa Cruz, que ese problema sí que lo tiene resuelto. Es verdad que nunca llueve a gusto de todo. Pero yo me quedo con el sur: se han llevado gran parte del turismo porque han trabajado bien y con mucho sentido.
Encima viene la tal Irene Montero y la muy imbécil se pone a pintar de colores las piedras de una playa de Fuerteventura. O eso dicen los periódicos.
Tiene razón D. Andrés, somos maleducados y desagradecidos, Santa Cruz no le ha dado ni las gracias; para que vea usted la diferencia, en Las Palmas el inútil de Augusto Hidalgo hizo hijo adoptivo a un godo llamado Setién, que curiosamente es el que tiene todas las papeletas para llevarse el premio gordo en la investigación por corrupción que se sigue contra el ayuntamiento de Las Palmas. ¿Ve la “diferiencia” que diría su mago?