El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, emitió una firme advertencia al presidente venezolano, Nicolás Maduro, en medio de las crecientes tensiones por el disputado territorio del Esequibo, reclamado tanto por Venezuela como por Guyana. Durante una declaración pública, Rubio afirmó que cualquier intento de atacar Guyana constituiría «un gran error» y aseguró que «no terminaría bien» para el régimen venezolano, subrayando el respaldo de Washington a su aliado sudamericano.
El pronunciamiento llega en un contexto de escalada verbal y militar entre Caracas y Georgetown, tras recientes maniobras venezolanas cerca de la frontera y la intensificación de la retórica de Maduro sobre la soberanía del Esequibo, una región rica en recursos petroleros y minerales. Rubio, conocido por su postura dura contra el gobierno chavista, enfatizó que Estados Unidos no tolerará acciones que amenacen la estabilidad regional. «Maduro debe entender que sus provocaciones tienen consecuencias, y Guyana cuenta con el apoyo firme de este país», señaló.
Fuentes del Departamento de Estado indicaron que Rubio también hizo un llamado a la comunidad internacional para que permanezca vigilante ante lo que describió como «acciones belicosas» del régimen venezolano. Este mensaje se alinea con declaraciones previas del secretario, como la del pasado enero, cuando reafirmó el compromiso de Estados Unidos con Guyana frente a las tensiones en la zona.
El gobierno de Guyana, por su parte, ha acogido con satisfacción las palabras de Rubio. El presidente guyanés, Irfaan Ali, ha insistido en que su país busca una solución pacífica basada en el derecho internacional, respaldándose en el fallo de la Corte Internacional de Justicia que está revisando el caso. Mientras tanto, en Caracas, el régimen de Maduro ha calificado las advertencias de Rubio como una «injerencia imperialista» y ha prometido defender «cada centímetro» del territorio que considera suyo.
Analistas internacionales señalan que la postura de Rubio refleja la estrategia de la administración estadounidense de reforzar su influencia en América Latina, especialmente ante el creciente papel de China y Rusia como aliados de Venezuela. La región del Esequibo, donde ExxonMobil opera importantes proyectos petroleros, añade un componente económico y estratégico a la disputa, lo que eleva las apuestas para todas las partes involucradas.
Aunque no se detallaron medidas específicas en caso de una escalada, la advertencia de Rubio sugiere que Estados Unidos podría responder con sanciones adicionales, apoyo militar indirecto o presión diplomática si Venezuela cruza la línea. Por ahora, la tensión sigue en aumento, mientras el mundo observa si las palabras de Rubio logran disuadir a Maduro o, por el contrario, avivan aún más el conflicto en la frontera guyanesa.
