El próximo 30 de marzo de 2025, Paulino Rivero dejará la presidencia del C.D. Tenerife para dar paso, al día siguiente, a Rayco García Cabrera como titular de la entidad deportiva.
Así lo ha comunicado el propio García Cabrera en una rueda de prensa celebrada ayer, viernes, en la que también se informó que el entrenador del primer equipo, Pepe Mel, dejará su cargo tras el partido contra el Burgos, en El Plantío, sin que haya quedado claro quién lo va a sustituir, aunque ya se barajan varios nombres para ello.
El Tenerife, tocado anímicamente, empresarialmente y económicamente, va a necesitar de algo más que suerte para no embocar desde ahora a la Liga inferior, la Primera RFEF, una categoría en la que las acciones del Club no valdrían prácticamente nada.
Los litigios mercantiles como los que presumiblemente emprenderá el accionista con más títulos en su poder, José Miguel Garrido, contra sus antiguos compañeros de junta sindicados (Amid Achí, Conrado G. Bacallado y Miguel Concepción, presumiblemente por vulneración de contrato) tienen una duración media en los juzgados de diez años, con lo que no se esperan novedades judiciales próximas, y sí puramente mercantiles, ya que Garrido ha solicitado la convocatoria una junta general extraordinaria para los próximos días. Tampoco parece probable que se celebre pronto, a no ser que lo ordene un juzgado de lo Mercantil.
Lo más relevante de la rueda de prensa de ayer, además de la fecha en la que accederá a la presidencia Rayco García Cabrera, fue la afirmación de Paulino Rivero de que cuando le propusieron la presidencia del Club, y él aceptó, ignoraba la sindicación de acciones entre Garrido, Amid Achí, Conrado Bacallado y Miguel Concepción. Que él se enteró tras su acceso a la Presidencia.
También dijo Rivero que se ha callado muchas cosas durante esta etapa desgraciada en el Club y que confiaba que el Tenerife saliera adelante, a pesar de lo delicado de su situación en la tabla clasificatoria. Y se ofreció a seguir trabajando por los intereses del C.D. Tenerife hasta que deje la Presidencia. Al parecer, existe el compromiso de Rayco García Cabrera de mantenerlo en el consejo de administración, si aceptara ser vocal del mismo.
Aquí se acaba la historia, de momento. Lo próximo será reforzar el equipo en el mercado de invierno, especialmente la delantera, en un intento desesperado de sacarlo del pozo, y de fichar a un entrenador que le dé vida a un moribundo. Como hizo, en su momento, el fallecido Javier Pérez trayendo a Jorge Valdano y a Ángel Cappa cuando el Tenerife estaba prácticamente descendido a Segunda División. Y acertó. Ni más ni menos.