Sánchez y Zapatero se van a China. Que tiemblen los chinos porque estos tienen menos palabra y son más trileros que los chinos, pero un rato largo. Coincido con Alfonso Ussía en que no me fío de los orientales, no por un tema de racismo, sino histórico. Xi Jinpin, líder chino, es un asesino; al que se le sube a las barbas (bueno, hipotéticas: es lampiño), lo suele fusilar. ¿No se acuerdan de cuándo mandó sacar a rastras a un destacado miembro del Partido Comunista, acusándolo de corrupción, durante un congreso del mismo partido? ¿Dónde está? Xi Jinpin, al que le gusta parar en Canarias cuando viaja, y Sánchez corta nuestras carreteras para que pase el numeroso séquito del chino, es más bruto todavía que el tirano de Corea del Norte, ese Kim Jong Il, creo que se llama. Este tiró a su tío a los perros rabiosos porque descubrió que lo traicionaba. Los coreanos del norte usan unas gorras muy grandes que encajarían perfectamente en la testa de Manolo el Cabezón, un famoso barbero portuense que cuando lo pelaban a él los compañeros, lo hacían por tramos, a uno diario. Y, cuando tocaba poda, Manolo aparecía en la Plaza del Charco con el melón como el de un indio motilón, porque todavía faltaba retocarle el cabezorro por el bosque central. El único amigo chino que tengo yo, pero por la parte cubana, es el fotoperiodista Félix Lam, que nació buena persona porque su madre era de origen español. Bueno, pues el conejo me riscó la perra porque aparte del viaje de estos dos a China, de estos dos pájaros, Otegui, ex presidiario, se ha ido a ver a Puigdemont, prófugo de la justicia, a Waterloo. Ya saben que Otegui es socio de Sánchez. Yo, si mandara algo, les habría enviado al Duque de Wellington, o a uno de sus herederos, para disolver esa reunión de malvados, de la que ya ha trascendido la correspondiente foto. Pintamos tanto en Europa que ningún país fue capaz de capturar y extraditar a Puigdemont, que encima se coló en Barcelona, dio un mitin y nadie lo detuvo, supongo que con la complicidad del Gobierno español, porque un ministro del Interior que se precie y un Gobierno que se precie no dejan escapar así a un delincuente que además había anunciado su presencia en el acto. Quizá todos esos acontecimientos, y el miedo que Europa está metiendo a los ciudadanos con la III Guerra Mundial para que no protesten por el rearme, sean la causa de mis divertículos, dolencia que, por molesta, deseo a Puigdemont, Otegui, Zapatero, Sánchez, Xi Jinpin y el gordo de Corea del Norte, para que estén todo el día cagándose, como un servidor de ustedes. Pero lo que estoy yo es cagándome en todos ellos.
domingo, 18 mayo,2025