Las redes están que trinan con la conducta de un joven que se pasó de listo en la autopista del Norte, provocó un accidente con heridos, cuya vida –la de los heridos— parece que no peligra. El chico fue detenido por la Guardia Civil y puesto a disposición judicial. Ya ha hecho su trabajo la Benemérita. Yo no voy a juzgar la conducta del joven. Las redes no son quiénes para condenar tan virulentamente a nadie porque el chico sea de familia acomodada y porque se podrá pagar un buen abogado. Es normal. La ley es igual para todos y eso lo tendrá en cuenta el juez que dirima el caso, pero no por ser rico hay que ser crucificado. Lo que pasa es que en las redes sociales hay mucho animal, amante del juicio paralelo y de la condena sin más. El joven hizo mal, tuvo una conducta reprobable, pero es el juez quien tiene que decidir. Y no por crucificarlo en la Internet van a cambiar su decisión un hombre o una mujer justos que le van a retirar el carné y a condenarlo de acuerdo con el Código Penal que han aprobado en el Parlamento. Yo he visto cosas muy gordas en las carreteras, no es ésta la más grave, con serlo por supuesto. Me da vergüenza de la virulencia de la gente, sólo porque el conductor de marras sea hijo de un empresario, o “niño de papá”, como le dicen en las redes. Yo también soy niño de papá y no hago esas maniobras, pedazo de idiotas. Ni las he hecho nunca. Dos veces en casi sesenta años me han multado en mi vida, una vez por un adelantamiento indebido, viniendo la Guardia Civil de frente, aunque sin riesgos para los agentes (1.000 pesetas), y otra por no llevar el cinturón puesto (200 euros). Voy a contar una anécdota del catedrático de Economía de la Universidad de La Laguna, don Eulogio Alonso Villaverde Moris. Adelantó mal, venía la Guardia Civil de frente y lo paró. El agente saludó y le preguntó a don Eulogio: “Señor, ¿usted es consciente de que ha cometido una infracción?”. “Yo no, agente”. “Usted adelantó a un camión cuando de frente había un obstáculo, el coche de la Guardia Civil”. “Agente, yo nunca he considerado un obstáculo a la Guardia Civil”. El guardia se cuadró y don Eulogio siguió su camino. La Meretérita es mucho más comprensiva y tolerante que los burros de Internet.
sábado, 19 julio,2025