1.- Qué asco de país. Un fiscal general, investigado por el Tribunal Supremo, ve cómo registran su despacho, incautan su móvil y no se va. No dimite, ni siquiera por dignidad.
2.- Qué asco de país. La mujer del presidente del Gobierno investigada por cuatro delitos graves, una vergüenza para España, y Sánchez sigue ahí, tan campante.
3.- Qué asco de país. Mueren 220 personas en Valencia y Mazón y Teresa Ribera continúan en sus cargos y, además, todos se juntan para que Ribera sea comisaria europea de la Competencia, cuando el PSOE no tiene mayoría en España y cuando probablemente va a ser imputada por lo de Valencia.
4.- Qué asco de país. Para hacer comisaria europea a Ribera pacta Sánchez con la fachosfera húngara e italiana, porque no tiene escrúpulos. Y la derechona española cae en la trampa una vez más.
5.- Qué asco de país. Sánchez le reprocha, a gritos, al rey, faltándole al respeto, recriminándole que lo “dejara” solo en medio del caos de Valencia, cuando fue Sánchez el que huyó como un conejo.
6.- Qué asco de país. Mientras España se debate en el caos, la pareja presidencial está en Brasil, bailando la samba, vendiendo humo, el humo contaminante del avión en el que viajan los Sánchez.
7.- Qué asco de país. Ya verán que la izquierda –Podemos—hará posible la reforma fiscal, que nos va a brear a impuestos, propiciada por la ininteligible María Jesús Montero.
8.- Qué asco de país. Los inspectores de Hacienda cobran comisiones por las actas que levantan a los ciudadanos, en una especie de cohecho legal que invita a la persecución.
9.- Qué asco de país. Pedro Sánchez es un cínico, un hombre sin sentimientos, que no se atreve a volver a Valencia y que va a estar dos meses sin pisar el Congreso.
10.- Qué asco de país. ¿No creen?
