El Partido Popular (PP) anunció este miércoles que no apoyará el decreto del Gobierno español diseñado para contrarrestar los aranceles impuestos por Estados Unidos bajo la administración de Donald Trump, y decidió suspender las negociaciones con el Ejecutivo. La ruptura se produce tras una reunión entre el vicesecretario de Economía del PP, Juan Bravo, y el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, en la que no se aceptó ninguna de las propuestas presentadas por los populares.
El PP había condicionado su apoyo al decreto a que el Gobierno incorporara medidas de su decálogo, que incluían incentivos fiscales, un fondo nacional para los sectores afectados, y la prórroga de la vida útil de las centrales nucleares, un punto que cobró relevancia tras el reciente apagón masivo en España el pasado lunes. «No se puede pedir nuestro respaldo cuando no se acepta ni una sola propuesta de las que reclaman empresas, autónomos y trabajadores», afirmó Bravo tras el encuentro, que tuvo lugar a las 15:30 horas en la sede del Ministerio de Economía. El dirigente popular lamentó que, tras 23 días de espera desde que presentaron sus propuestas, el Gobierno no mostrara disposición al diálogo: «Entendemos que se han acabado las negociaciones. Ha vuelto el muro para dejar fuera al PP».
El decreto, aprobado por el Consejo de Ministros a principios de abril, moviliza 14.100 millones de euros para mitigar el impacto arancelario, incluyendo una línea de avales ICO de 5.000 millones y un refuerzo de 720 millones al Fondo para la Internacionalización de la Empresa. Sin embargo, el PP lo considera un «parche» insuficiente, criticando que se centre en préstamos y avales en lugar de ayudas directas y medidas estructurales como las que ellos proponen. La votación para convalidar el decreto está programada para el próximo 8 de mayo en el Congreso, y sin el apoyo del PP, el Gobierno deberá asegurar los votos de sus socios de investidura, como Junts, cuyo respaldo previo a este decreto ya había generado tensiones con los populares por un supuesto «cupo arancelario» que favorecería a Cataluña.
Fuentes del Ministerio de Economía acusaron al PP de priorizar su estrategia política sobre las necesidades de las empresas, asegurando que el Ejecutivo mantiene un diálogo «productivo» con otros grupos parlamentarios y comunidades autónomas para implementar el plan. Mientras tanto, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha intensificado su discurso, prometiendo ante líderes europeos del Partido Popular que el «cambio» en España está cerca, y abogando por una respuesta coordinada a nivel europeo que incluya acuerdos comerciales con países como India y Corea del Sur.
La ruptura de las negociaciones agrava la tensión política en un momento crítico para España, que enfrenta no solo la guerra comercial con Estados Unidos, sino también desafíos energéticos y económicos internos. El PP insiste en que seguirá actuando como un «partido de Estado», pero dejó claro que no será «la muleta del Gobierno» si sus propuestas no son tomadas en cuenta.