¿Pero dónde está el PP?

Abascal en los Estados Unidos, en la cumbre ultraderechista; Zapatero en Zurich, negociando la vigilancia y el control de fronteras con Puigdemont; Sánchez, escondido en el cuarto del pánico de Moncloa viendo cómo se le cae encima el techo del despacho a sus fiscales de referencia; pero ¿y el PP? El PP no sabe a lo que juega, no encuentra las armas con las que combatir a Sánchez y a su nuevo ratón embajador, Zapatero, ni a las ministras que se suben a la tarima de la sala de prensa de Moncloa a construir su relato con periodistas de confianza. Podemos está inmersa en una crisis de acoso y Sumar tiene un programa exclusivo para que los trabajadores españoles trabajen menos y cobren más. Pero, ¿y el PP? ¿Qué ofrece el teórico partido del centro derecha español? Absolutamente nada. Concentra ahora sus esfuerzos en acosar a Vox y no le planta batalla a su auténtico enemigo que es el PSOE. Los miembros del PP están dedicados a derrotar a Abascal, que tiene un público más cercano al suyo, y no combate al PSOE, que coquetea con comunistas, independentistas de diversas tendencias, terroristas y otra fauna y que finalmente pacta con todos ellos para salvar la cabeza del refugiado en la habitación del pánico. A España en este momento la sostiene la justicia, que no ha claudicado, jueces muy profesionales que imparten justicia con mucho sentido común y que si no hacen más es porque las leyes de la izquierda les atan bastante las manos. Tendrá que llegar un día en el que las cosas se normalicen en este país, igual que en toda Europa. El domingo hay elecciones en Alemania y puede ser éste un buen punto de partida para que Europa no se vaya a la mierda definitivamente. Ya no están Churchill, ni De Gaulle, ni el viejo Adenauer, ni idealistas como Willy Brandt, ni Helmut Köln, ni otras personas muy inteligentes como Dag Hammerkholds, patriotas, alguno de los cuales dio su vida por Europa. Todos han muerto. Los nuevos están a la altura de Von der Leyen, Sánchez y esa tropa infame que ha puesto Europa en el culo del mundo y han dejado que Trump sea su patrón, porque sólo saben ponerlo a caldo de pota. ¿Y dónde está el PP? No lo busquen, no existe.