¿Otra crisis mundial?

La caída de las bolsas en todo el mundo no gusta un pelo a los analistas económicos. Aunque la Bolsa española se ha mantenido sobre los 10.300 puntos y la de Japón ha pegado un subidón impresionante (el 10%), preocupa la situación económica en los Estados Unidos y ya se sabe que Wall Street lo arrastra todo. No parece grave la crisis, de momento, pero la situación del lunes pasado en todas las bolsas mundiales llegó a preocupar no poco. En fin, parece que la cosa se ha apaciguado, con las medidas correctoras de la economía que ha aplicado USA. Por cierto, que se quejan los americanos de que el paro incipiente –y escaso— que tienen que soportar se debe a que los puestos de trabajo los ocupan los emigrantes ilegales que entran por el sur.  Esto, al menos, es lo que me traslada nuestro corresponsal en Nueva York, Félix Lam. Si nos vamos a Venezuela, en esta moda mía última de diversificar los comentarios políticos, los militares refuerzan su apoyo a Maduro, respondiendo al comunicado de la oposición, y el chavismo se inventa un nuevo cargo contra Corina Machado y Edmundo González: incitar a la milicia a la rebelión. Toma, coño. En España se espera el regreso de Puigdemont, el jueves. No sé yo. Cuando uno espera mucho un acontecimiento, generalmente se frustra. Puchi quiere entrar triunfalmente en el Parlamento de Cataluña y los agentes del CNI y los guardias civiles que le siguen constantemente y que vigilan todos sus pasos no van a actuar ahí. O lo detienen en la frontera, que sería lo lógico, o esperan a que salga del Parlamento, una vez proclamado Illa presidente. Todo está estudiado por Sanchito y Bolaños. Cualquier efecto menor de esa detención sería lo mejor para Illa. Pero los de Junts están cabreados y podrían hasta hacer caer a Sánchez, luego, en el Congreso de los Diputados. Ya les digo yo a ustedes que no es probable, porque Sanchito se ocupará de ofrecerle alguna prebenda a Puigdemont para que se calle la boca. Ya se sabe lo que le gusta a los catalanes una prebenda. Que se lo pregunten a Illa, que en los últimos días no ha hecho sino ofrecerlas, a diestro y siniestro, que aquí hay café para todos. Bueno, pues en el terreno deportivo, perdió la Selección Española femenina con Brasil (4-2). Las brasileñas fueron mejores, pero estaban más en el suelo que de pie. Quince minutos de descuento, en la segunda parte. La portera española, Cata Coll, es muy mala, la defensa peor y uno se pregunta por qué la entrenadora, Montse Tomé, no sacó de entrada a Alexia Putellas. Bueno, no voy a hacer una crónica en esta miscelánea en la que se ha convertido El Volantín Trepador. ¿Saben por qué? Pues porque no hay nada serio que dé pábulo a un monográfico, así que pienso mantener esto mientras que Maduro no caiga o mientras no metan en la mazmorra a Puigdemont o mientras España no gane las 22 medallas de las que hablaba Alejandro Blanco antes de las Olimpiadas. Qué fácil es hablar y qué difícil conseguir medallas. Blanco se tenía que haber estado calladito, porque yo no creo que España pase de las doce medallas, consulten ustedes el medallero que actualizamos todos los días.