Objetivo, la UCO

El objetivo del PSOE, ahora, y naturalmente del Gobierno sanchista, es la destrucción de la UCO, la Unidad contra el Crimen Organizado de la Guardia Civil, y lograr el desprestigio de su jefe, el teniente coronel Antonio Balas. Lo que nos faltaba para ir derechos a una plena dictadura de izquierdas, que pretende destrozar la fuerza policial más eficaz del país por la sencilla razón de que ha osado investigar y descubrir a la mujer del presidente del Gobierno, al fiscal general del Estado, al hermano del presidente del Gobierno y al número dos del PSOE y ex ministro, José Luis Ábalos. Todos ellos y algunos más investigados y a punto de sentarse en el banquillo. Por ello, el PSOE y el Gobierno piensan que hay que cargarse a la unidad de elite de la Benemérita y, a ser posible, a su jefe, en cualquiera de las acepciones que cada uno interprete la expresión “cargarse”. Porque en algunas conversaciones interceptadas han aparecido palabras muy graves. El PSOE lo niega, pero hay pruebas, que han publicado ya algunos periódicos. Pruebas de reuniones y expresiones muy peligrosas. Yo no sé si Europa, en su despiste, permitiría que España se convirtiera en una dictadura de izquierdas, obsesionada como está la Unión con el crecimiento de la extrema derecha, por motivos parecidos a lo que está ocurriendo en España, en donde gobierna un tipo al que cerca la corrupción de su partido y de su Gobierno y de su familia y no se quiere ir, sino que resiste, en una defensa numantina, con instituciones como el Tribunal Constitucional y el Banco de España colonizados. Y que ahora quiere colar de matute, por la puerta de atrás, a 1.000 jueces y fiscales afines, tiene atenazado al CGPJ y pretende apoderarse de dos salas del Tribunal Supremo, que están pendientes de sus nuevos presidentes. Este Sánchez y su corte más próxima son un peligro para la unidad de España, destruida no sólo por su desmedida ambición de aferrarse al poder, sino por su pandilla de villanos que se aprovecha de la ignorancia de un país que culturalmente ha dado un terrible salto atrás y que mantiene un centro-derecha y una  derecha incapaces de dar la réplica a estos desmanes. Lo de la UCO puede ser muy peligroso, más de lo que la gente cree. Menos mal que la prensa, y desde luego la propia UCO, lo ha descubierto a tiempo. Para algo servimos todavía, por lo que parece. La otra prensa, la que está colonizada y pagada por el sanchismo, guarda silencio. Como el Ebro, al pasar por el Pilar.