Han sido tantas las barrabasadas cometidas por el presidente del Gobierno y por su entorno que, cuando deje el mando, no va a escapar. Hay casi un 100% de posibilidades de que Sánchez sea incluido en varias causas judiciales. Incluso, si es capaz de llegar al final de la legislatura gobernando, podría ser antes. Lo de su hermanito, lo de Delcy y otros casos, sobre todo relacionados con la amnistía a los catalanes caraduras que dieron un golpe de Estado, les puede estallar en las manos a Sánchez y a su cuadrilla de banderilleros –Pumpido, Bolaños, Ábalos, Koldo, el hermanísimo, Begoña, etcétera–. Algunos de ellos ya están imputados. No crean que les hablo de broma. Sánchez ya no puede salir a la calle, ni a esquiar (bueno, no esquía, hace surcos en la nieve), ni a comprar un dulce en la tienda de la esquina. Lo insultan, porque no lo soportan. Sánchez es un tío adusto, antipático, con una vida anterior a la política un tanto misteriosa. No le será fácil hacer una vida normal como ciudadano de a pie cuando deje el poder. Y el poder no es para siempre. Dinero para vivir no le va a faltar (miren, si no, a Zapatero), pero no le será cómodo residir en España. Los votos que tiene Sánchez son los de los miles y miles de enchufados del PSOE en toda España. Hay millones de personas que están viviendo de sus prebendas y de sus engaños. Es un trafullero, que ha hecho del embuste su medio de vida. Y le quedan dos años, como máximo, en la presidencia. Por muchos amigos que haya hecho entre la escoria independentista vasca y catalana, esa estadística parlamentaria no le va a durar para siempre. Es muy probable, por muy emputada que esté la derecha entre ella, que Sánchez se vea obligado a dejar el poder en la próxima legislatura. A no ser que truque el recuento, que es capaz –copió una tesis—, pero no le va a resultar fácil. No estamos en Venezuela, aunque a veces lo parezca. La España de este caradura está terminando, esto parece lo más probable, aunque la oposición, o sea la derechona, sea una auténtica pena, porque Feijóo no es el hombre que necesita el país, ni mucho menos. El PP tendrá que replantearse lo que está haciendo para tumbarse a la izquierdona. No está haciendo nada útil. En fin, que parece que Sánchez, en estos días, ha tenido más broncas en la calle, lo han llamado de todo. Y, mientras, Tezanos concediéndole un plus de votos cuando todas las encuestas dicen que Sánchez está más perdido que el barco del arroz. Ahora bien, resistir sí que resiste el jodido. Como tiene la cara tan dura ha inventado una pomada refractaria a la crítica y anda todo el día embadurnado de ella. Vaya caparazón que se ha construido el felón de La Moncloa.
lunes, 23 junio,2025