El canciller alemán Friedrich Merz ha lanzado una contundente declaración sobre el futuro de los refugiados sirios en Alemania, al asegurar que “la guerra civil en Siria ha terminado” y que ya “no existen motivos para solicitar asilo en Alemania”. Asimismo, ha anunciado la invitación al presidente interino de Siria, Ahmed al‑Sharaa, para que viaje a Berlín con el fin de abordar, entre otros asuntos, la devolución de ciudadanos sirios que habitan en suelo alemán con antecedentes delictivos.
Durante un acto oficial en el estado federado de Schleswig‑Holstein, Merz señaló que Alemania “comenzará con las repatriaciones” y que colaborará con el Gobierno sirio en la estabilización del país, enfatizando que confía en que una parte significativa de los refugiados regrese “voluntariamente” para contribuir a la reconstrucción de su patria.
Esta postura marca un cambio claro en la política migratoria alemana y se enmarca en la nueva dinámica internacional tras la caída del régimen de Bashar al‑Assad. Con aproximadamente un millón de sirios residiendo en Alemania, aproximadamente 512 000 de ellos en situación de beneficiarios de ayudas estatales, el Ejecutivo considera que el escenario presenta nuevas condiciones para la gestión migratoria.
Sin embargo, la medida suscita dudas entre ONG y organismos humanitarios que alertan de que muchas regiones de Siria aún presentan altos niveles de destrucción, peligro y falta de garantías para la integración de retornados. La invitación a Al‑Sharaa también destaca la disposición de Berlín a reactivar las relaciones con el nuevo Ejecutivo sirio y a participar en la fase de reconstrucción del país árabe.
En definitiva, la declaración de Merz pone de manifiesto la voluntad de Alemania de cerrar una etapa de acogida masiva y abrir una nueva fase basada en la cooperación internacional y el retorno supervisado, aunque la complejidad del contexto sirio plantea importantes obstáculos en su aplicación práctica.
