El padre Antonio Pérez Morales, de 58 años, administrador de la diócesis nivariense, ha enviado un mensaje tranquilizador a feligreses y sacerdotes, indicando que ha salido de la UVI y se encuentra recuperándose en una habitación del Hospital Universitario La Candelaria (ver noticia relativa a este asunto en portada). Sufrió una trombosis pulmonar, que fue diagnosticada a tiempo por los servicios de urgencia del citado hospital. El mensaje del sacerdote Antonio Pérez Morales a sus compañeros dice así: “Evoluciono bien. Ya me pasaron a la planta de neumología. La eco dopler (una ecografía que detecta problemas de la circulación sanguínea en varias partes del cuerpo) de hoy, que era importante para descartar otros trombos, fue bien. Ya hoy me dejaron sentar y me quitaron el reposo absoluto. El siguiente momento es empezar a caminar y repetirme pruebas cardiacas y pulmonares. En resumen, voy bien, paciencia y como dice nuestra gente, no estaba para mí. Ja. Gracias y oremos”. Pues con sentido del humor, el párroco de la SIC de La Laguna y administrador diocesano, tras la renuncia del obispo Bernardo Álvarez al cumplir la edad reglamentaria, comunica que ya pasó el susto inicial y que inicia la recuperación. Como ven, ha salido de la UVI, se encuentra mucho mejor, puede utilizar su teléfono móvil y permanecer sentado y pronto dará los primeros pasos tras el tremendo susto de una embolia pulmonar, cuyo inicio se produce habitualmente en el sistema circulatorio de las piernas. Ningún medio, con excepción de El Burgado.com, se ha hecho eco de la dolencia del sacerdote ya que la diócesis ha llevado el tema con suma discreción. El padre Antonio Pérez Morales, palmero, de 58 años, ha sido el más próximo colaborador del obispo Bernardo y fue elegido administrador diocesano por el Consejo Consultivo de la diócesis nivariense hasta que sea nombrado el nuevo prelado por el papa Francisco, a propuesta de la Conferencia Episcopal Española. Por cierto, que pierde posibilidades –aunque todo responde a rumores— el obispo auxiliar de Las Palmas, Cristóbal Déniz, en beneficio de un sacerdote de la achidiócesis de Sevilla. Todo parece indicar que no será un sacerdote de las islas quien sea investido nuevo obispo nivariense, pero tampoco ésta es una regla fija. Aunque en las decisiones de la Iglesia, como suele decirse en los cónclaves que eligen al papa, el que entra papa sale cardenal. En el sentido de que las cábalas son casi siempre desmentidas por la realidad. En fin, que nos alegramos de la mejoría del padre Pérez Morales y de que pronto esté reintegrado a sus obligaciones como administrador diocesano y como párroco de la Santa Iglesia Catedral de La Laguna.
