El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, ha instado a una transformación radical en las capacidades de defensa de la alianza, advirtiendo que Rusia podría representar una amenaza militar directa para los países miembros en los próximos cinco años. En una conferencia de prensa en Bruselas, Rutte destacó la necesidad de un «salto cuántico» en las inversiones en defensa, especialmente en sistemas de defensa aérea y de misiles, para contrarrestar la creciente agresión de Moscú.
Haciendo referencia a las acciones militares de Rusia en Ucrania, Rutte señaló el uso devastador de ataques aéreos y misiles, subrayando la urgencia de que la OTAN refuerce su escudo defensivo. «Vemos en Ucrania cómo Rusia siembra el terror desde el cielo», afirmó, abogando por un aumento del 400% en las capacidades de defensa aérea y de misiles para proteger el espacio aéreo y los territorios de la OTAN. Esta llamada a la acción se produce en medio de crecientes tensiones entre la alianza y Rusia, impulsadas por el fortalecimiento militar de Moscú y sus tácticas de guerra híbrida.
La advertencia de Rutte se basa en evaluaciones de inteligencia que sugieren que Rusia podría reconstruir su fuerza militar y potencialmente atacar a naciones de la OTAN para 2030. Instó a los estados miembros a acelerar el gasto en defensa y modernizar sus arsenales para enfrentar esta amenaza emergente.