- Publicidad -
Cajasiete
miércoles, 18 junio,2025

Mal enemigo Israel

Sánchez, para atender un caprichito de su aliada Yolanda Díaz, la tucán gallega, ha rescindido unilateralmente un contrato de 6,8 millones de dólares con la empresa israelí IMI Systems para comprar proyectiles para el Ejército, munición. En Europa hay un déficit de munición, porque los países de la OTAN se han descuidado. España hace tiempo que cerró sus fábricas y depende de proveedores extranjeros. Tendrá que abonar la totalidad del contrato de compra a la empresa israelí, pero aún así Netanyahu ha montado en cólera porque considera la suspensión unilateral del contrato una falta de lealtad y de palabra. Y todo por mantenerse en el poder, porque la tucán gallega lo amenazó con negarle los votos de Sumar en una hipotética moción de censura, o en cualquier votación que le interese en el Congreso. Con dejarlo en bolas, en una palabra. Sánchez sabe que Israel es mal enemigo y que presionará por alguna otra parte. Sánchez sabe que el Mosad opera en Marruecos como en su casa. Sánchez sabe también que sus debilidades y las de su familia pueden salir a la luz en cualquier momento. Y saldrán. Sánchez casi no sale a la calle, le ha cogido terror a los abucheos y sufre de agorafobia. En Europa ha perdido hasta el pequeño prestigio que le dio el aturdimiento que sufre por él la presidenta de la Comisión, Von der Leyen. A Sánchez ya lo chantajea todo el mundo, incluso una analfabeta funcional que tiene algunas manías, como el odio a Israel y las ganas de que los españoles trabajen menos que cualquier otro ciudadano europeo. Y cede y cede y cede. Llegará un momento, antes de las elecciones, que no tenga nada que conceder y ahí se acabará todo. Le será difícil vivir en España, o al menos le va a ser incómodo. No lo soportan, como tampoco soportan a Zapatero porque, además, personalmente ambos repelen. La OTAN está mirando con lupa a España por el gasto militar. Sánchez no llega en inversión en defensa al 2% del presupuesto que la Organización del Tratado del Atlántico Norte exige. Sánchez ha intentado engañarla, pero no podrá. Porque, además, ni siquiera ha podido presentar unos presupuestos desde hace dos años. Y la Constitución lo está obligando a hacerlo o a convocar elecciones y a marcharse. Aunque el presidente español hace poco caso a la Constitución. Lo de Israel puede ser un revés más grave de lo que Sánchez y sus aliados de la izquierda cutre piensan. Israel no se va a estar quieto, ni callado. Y, si no, al tiempo. Israel es mal enemigo. Sánchez lo sabe, pero le puede el ansia de poder, le puede la sillita de La Moncloa. Y eso no es para siempre. Cuidado, porque me da que Sánchez se ha puesto en el lado equivocado de la historia: primero, un improductivo viaje a China cabreando a los Estados Unidos; segundo, una corona de flores en el monumento a uno de los mayores genocidas de esa historia, Ho-Chi-Min, en Vietnam; y ahora negar cualquier relación futura de compra de munición y armamento a Israel y cancelando un contrato en vigor. Sánchez no sabe dónde se está metiendo y dónde está metiendo a España. A la España que lo detesta y a la otra, porque hay dos gracias a él.

Andrés Chaves
Andrés Chaves
Periodista por la EOP de la Universidad de La Laguna, licenciado y doctor en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense, ex presidente de la Asociación de la Prensa de Santa Cruz de Tenerife, ex vicepresidente de la FAPE, fundador de la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad de La Laguna y su primer profesor y profesor honorífico de la Complutense. Es miembro del Instituto de Estudios Canarios y de la National Geographic Society.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

- Publicidad -spot_img
spot_img

LECTOR AL HABLA