Los inspectores

¿Ustedes se imaginan que los jueces obtuvieran bonus por las sentencias a favor del Estado que dictaran, en las que el erario público obtuviera beneficios de los ciudadanos: multas, litigios, embargos, actuaciones a favor de la administración, etcétera? Eso, gracias a Dios, no ocurre. Pero los inspectores de Hacienda que levantan actas contra los ciudadanos o sus empresas se reparten cuantiosos bonus, que ni siquiera el Portal de Transparencia sabe de cuánto dinero se trata y que no se conceden a título personal, a cada inspector, sino a los grupos de inspección para que ellos se los repartan luego discrecionalmente. Esto ocurre en España, en un país en donde cada día parece más cierto que casi todo el mundo roba. Hacienda ha perdido, entre 2015 y 2024, 2.012 pleitos, pero muchos ciudadanos y empresarios tiran la toalla y prefieren dar por imposibles sus litigios sin lucharlos. Porque tienen que pagar abogados y procuradores y estar recibiendo cartas negras y molestias de solicitudes de documentación (que debería obrar en poder de la propia Hacienda, pero los funcionarios no quieren molestarse en buscarla) durante años. Los inspectores, o los grupos de inspección, se reparte bonus, cuando levantan actas favorables a Hacienda, entre 18.700 y 32.000 euros por inspección, informa el periódico on line The Objective. Que ni chiquitos mamones, que se amparan en una normativa que dice muy bien que Hacienda no somos todos sino que son unos cuantos. Yo estoy seguro de que si alguien recurre a los tribunales estas arbitrariedades con apariencia de legalidad (pero no de moralidad), acabarían por abolirse. Les puse antes el ejemplo de lo que pasaría si un juez fuera premiado de esa forma. Sería un desastre. Pues inmorales son las prebendas de la Inspección de Hacienda, un cuerpo que tiene bastantes garbanzos negros entre sus componentes (yo he conocido a varios) junto a personas decentes, naturalmente. En fin, que a este país no hay quien lo entienda, como es fácil deducir por unas normativas que sorprenden. Premiar a los funcionarios por perseguir a los ciudadanos, aunque ellos dirán que por obligarles a cumplir sus obligaciones tributarias. Mas esa es una obligación de cualquier funcionario, que no debería ser premiado nada más que con su sueldo, por otra parte muy alto. Mucho mamón en este país que soportamos entre todos para beneficio de unos cuantos.