La Casa Real ha interpuesto una denuncia ante los Carabineros –cuerpo policial chileno equivalente a la Guardia Civil— por la utilización de unas imágenes que al parecer fueron sacadas de las cámaras de vigilancia de un centro comercial en Chile y relativas a la princesa de Asturias. Contraviene este hecho la legislación chilena en materia de protección de datos y parece feo que alguien se haya valido de las cámaras de seguridad, sin autorización, para publicarlas. Pero no es un cataclismo mundial, es un acto de gamberrismo y un atentado contra la privacidad de las personas. Repito, tampoco se trata de un cataclismo mundial, porque la princesa de Asturias no es invisible. Lo que sí está feo es aprovecharse de las imágenes de seguridad de un establecimiento público para montar exclusivas periodísticas. A un fotógrafo de a pie no habrían podido denunciarlo, ni a un particular que con su móvil hubiera tomado fotos de la hija del rey en un lugar público, como es un centro comercial, en Chile o en Moscú, si se la encuentra paseando. Además, no se trata de una infracción contra su seguridad personal porque la princesa va bien escoltada. En cada escala del Elcano la acompañan al menos cuatro miembros de la escolta real, que la siguen a todas partes, con la colaboración de las fuerzas de seguridad locales, alertadas por las embajadas de España. Algo que me parece lógico por ser quien es. Pero me da que se ha montado demasiado follón con esto de las imágenes de Leonor de Borbón, aunque repito que las cámaras de seguridad son para lo que son y no para robar imágenes de los ciudadanos corrientes y no corrientes. Esta ha sido, con la vuelta, mañana, del papa al Vaticano, la noticia del fin de semana. El papa vuelve, más o menos curado, y desde luego corre menos peligro en Santa Marta, su residencia privada, que en un hospital, que está lleno de virus y de bacterias, como todos los hospitales del mundo, de donde es bueno huir en cuanto uno esté en condiciones adecuadas de salud. Este fin de semana parece como si el mundo se hubiera tomado una tregua, porque no ha pasado nada catastrófico y, cuidado, porque cada vez que se me ocurre decir eso, pues ocurre algo. Tómenselo ustedes con cierta reserva y estén atentos a los periódicos on line, que son los primeros que informan de cualquier cosa.
domingo, 18 mayo,2025