La Comisión Europea propuso este martes una reforma en los programas de financiación de la base tecnológica e industrial de defensa para ampliar el acceso a fondos europeos a una gama más diversa de tecnologías, con especial énfasis en proyectos de doble uso (civil y militar). La iniciativa, busca reforzar la autonomía estratégica de la Unión Europea (UE) en un contexto de crecientes tensiones geopolíticas y la necesidad de reducir la dependencia de aliados externos, como Estados Unidos.
La propuesta, presentada durante una reunión informal de ministros de Defensa en Bruselas, incluye modificaciones al Fondo Europeo de Defensa (EDF) y al Instrumento Europeo de Apoyo a la Innovación en Defensa (EUDIS). Estas reformas permitirían financiar investigaciones en áreas como inteligencia artificial, ciberseguridad, sistemas no tripulados y tecnologías cuánticas, siempre que tengan aplicaciones tanto civiles como militares. Según la comisaria de Innovación, Investigación, Cultura, Educación y Juventud, Iliana Ivanova, el objetivo es “maximizar el impacto de cada euro invertido” para fortalecer la industria de defensa europea y garantizar su competitividad global.
El anuncio responde a la presión de países como Polonia y los Estados bálticos, que han incrementado significativamente su gasto en defensa desde la invasión rusa de Ucrania en 2022 y abogan por una mayor cooperación europea. La propuesta también contempla facilitar la participación de pequeñas y medianas empresas (pymes) en proyectos de investigación, eliminando barreras administrativas y promoviendo consorcios transnacionales.
Sin embargo, la iniciativa no está exenta de controversia. Algunos Estados miembros, como Alemania y España, han expresado cautela sobre la financiación conjunta, priorizando opciones que no incrementen la deuda pública, como el uso de activos rusos congelados o garantías para movilizar fondos privados. Además, la propuesta ha generado tensiones con Estados Unidos, cuyos funcionarios han instado a la UE a mantener abiertas las licitaciones de defensa a fabricantes americanos.
La propuesta será discutida en las próximas semanas en el marco de las negociaciones del presupuesto de la UE, con la Comisión Europea abogando por un enfoque que combine el Fondo Europeo de Defensa, con 8.000 millones de euros hasta 2027, y el plan “ReArm Europe”, que prevé movilizar hasta 800.000 millones de euros para 2030. Mientras la UE busca consolidar su industria de defensa, esta reforma marca un paso clave hacia una mayor integración tecnológica, aunque su éxito dependerá de superar las divisiones internas y las presiones externas.