Un informe reciente de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil sitúa al exsecretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, en el centro de una trama de presuntos amaños en las obras del Puente del Centenario de Sevilla. Según los investigadores, Servinabar, empresa en la que Cerdán posee el 45 % de las acciones, , era parte de una Unión Temporal de Empresas (UTE), habría recibido casi dos millones de euros por parte de Acciona, empresa adjudicataria de parte de la obra.
Sin embargo, los agentes de la UCO creen que Servinabar apenas destinó personal a esa infraestructura: solo empleó a un peón, que, según las pesquisas, no era un trabajador cualquiera, sino el cuñado de Cerdán —contratado como “peón especialista” para justificar el cobro.
Las grabaciones entre Cerdán y su socio Koldo García —parte fundamental de la investigación— revelan que el primero ejercía una fuerte presión sobre la adjudicación: “Está obsesionado con Sevilla… con el puente”, afirma García, aludiendo a la importancia del proyecto para Cerdán.
Además, la UCO rastrea una comisión de alrededor de 450.000 euros ligadas al puente, presuntamente para los implicados Ábalos y García. Los investigadores consideran que Cerdán no solo intermediaba, sino que gestionaba estos pagos a través de su red de influencias.
El caso, que está bajo instrucción en el Supremo, suma presión sobre uno de los hombres de confianza de Pedro Sánchez.
