España ganó a Francia en la prórroga (3-3 en el partido) y 3-5 en la continuación, con goles de Fermín (2), Baena y Sergio Camello (2), en un partido vibrante, en el que España supo defenderse, le dio el balón a Francia en la mayoría del tiempo y demostró una increíble capacidad goleadora.
El partido empezó con fallo de Arnau para que Francia marcara y terminó con un acierto de Arnau increíble, que sacó fuerzas de no sé dónde para darle un balón larguísimo, con la mano, a Camello, que de cucharita sentenció el partido. Era su segunda cucharita, ambas en la prórroga.
El partido tuvo veinte y cinco minutos espectaculares de España, en los que marcó tres goles, dejó el partido 1-3 en el primer tiempo y dio una clase de fútbol. Luego se echó atrás, creyendo que el que tenía era un saldo suficiente, pero los franceses se vinieron arriba, animados por su público. Y Francia logró empatar el partido y terminar el tiempo reglamentario con un 3 a 3, que daba paso a la prórroga.
Santi Denia hizo los cambios precisos y retiró incluso a Fermín, muy cansado. Tuvo la gran idea de meter a Camello, que a partir de hoy estará en la historia, porque marcó dos goles de cuchara, algo que yo no veía hacía años. Camello fue el gran héroe, pero ¿es que acaso no lo son Fermín y Baena, los dueños del campo, y el portero Arnau, del París St. Germain, que realizó paradas increíbles?
Buen partido, emocionante, y una España que destacó a rachas, porque jugaba muy bien y contenía muy bien, pero quizá demasiado a la defensiva. Si hubiese atacado más posiblemente habría marcado más goles porque los jugadores de nuestra Selección Olímpica son muy buenos y Santi Denia ha hecho un conjunto que también es una familia. Es lo que está de moda.
España renueva glorias olímpicas, después de que el Real Madrid ganara la Champions, la Selección Española ganara la Eurocopa y ahora la Selección Olímpica consigue el oro en París. ¿Se puede pedir más al fútbol español? Yo creo que no. Estamos en el top mundial. Y se quieren cargar al presidente de la Federación. En España somos así de chulos.
La emoción supera al propio relato del partido. Es decir que España jugó como quiso, hizo las pausas precisas y cuando quiso apretar, apretó y ganó. Y cuando quiso descansar le dio el balón a los franceses. Esto tiene un peligro y lo asumieron: les empataron el partido. Luego, dos ramalazos de inspiración de España doblegaron a los galos, que no se lo creían. Pero es que España no se rinde. Nunca. Esto lo deberían saber.