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lunes, 23 junio,2025

La guerra

Las guerras, además de estar provocadas por apetencias territoriales, llevan consigo un elemento que se repite a lo largo de la historia: los intereses económicos. En los tiempos actuales, las ventas de armas. La industria armamentística da de comer a mucha gente, por eso a la mayoría de los países fabricantes de armas les interesa que las guerras no terminen nunca. Por un lado da de comer a las gentes y por el otro las mata. Así se encuentra el equilibrio. Ahora se especula con que Trump quiere terminar la guerra de Ucrania a costa de perjudicar a este país y de favorecer a Rusia en su ansia de expansión territorial, para Estados Unidos beneficiarse de las “tierras raras” que albergan materiales fundamentales para la alta tecnología. Todo puede estar ligado, pero en la mesa de negociación tiene que estar Ucrania y yo diría que Europa, a pesar de que Europa –por obra y gracia de Von der Leyen y de sus adjuntos— tiene cada vez menos peso en el concierto mundial. Parece mentira que el continente de la cultura y del humanismo, aunque se llame viejo, haya perdido tanta comba en el gran juego del mundo. Ahora llega Trump y pretende humillar a la Unión Europea, que deberá replantearse su futuro, tanto en el terreno militar como en el del apoyo a naciones de su entorno que no pertenecen a la Unión y que se encuentran amenazadas. Junto a las suyas, claro. Putin es un zar, imbuido de la misma autoridad que los viejos monarcas rusos y con las mismas ansias expansionistas y de dominio absoluto del país. Tiene muchos aprendices, pero nadie llega a su altura. Incluso aquí en España aparecen prácticas que se parecen demasiado a los autócratas de nuevo cuño. Es impensable que se logre la paz en Ucrania, cuyo conflicto con Rusia ha costado tantas vidas, sin que el país agredido acepte las nuevas fronteras y firme un pacto de no agresión con Rusia, que se respete. Estados Unidos debe ceñirse a su papel de mediador, eso  parece lo sensato, pero sin aprovecharse. Si Trump dijo que él no declaraba guerras sino que las detenía, aquí tiene una oportunidad única para cumplir su promesa. La paz en Ucrania será una tranquilidad para Europa. El tratado que se logre será muy complicado. Hay mucho odio entre los dos países en litigio. Ucrania desmanteló su arsenal nuclear viejo a cambio de un pacto de no agresión con Rusia. Rusia no lo ha cumplido, pero esta vez tiene que firmarse una paz que sea sincera y duradera. Es casi imposible, pero se tiene que intentar. Y haría bien Trump en no enfrentarse a Europa, sino pactar con ella un entendimiento que haga más fuertes a ambos.

Andrés Chaves
Andrés Chaves
Periodista por la EOP de la Universidad de La Laguna, licenciado y doctor en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense, ex presidente de la Asociación de la Prensa de Santa Cruz de Tenerife, ex vicepresidente de la FAPE, fundador de la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad de La Laguna y su primer profesor y profesor honorífico de la Complutense. Es miembro del Instituto de Estudios Canarios y de la National Geographic Society.

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