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A ver por dónde empiezo. El médico, ex rector y catedrático José Carlos Alberto dará, en estos días, una conferencia en la Económica sobre los intelectuales. Se preguntará José Carlos, supongo, qué es un intelectual. Pues quien cultiva el intelecto. A mí me hacen gracia los intelectuales porque parece como si la cosa fuera una medallita que se ponen ellos mismos y así se reduce la especie a unos cuantos. Y entre ellos se citan como tales aquí y allá. A ver si José Carlos Alberto, que es médico y especialista en fecundación in vitro, los descubre y los coloca en una probeta, para así aislarlos del mundo y que ellos mismos desarrollen el embrión de la endogamia que se han buscado solitos. El presidente de la Económica, Gómez Soliño, preguntará a José Carlos Alberto, digo yo, qué es un intelectual y grabará su respuesta en estrimin, o como se diga, que no se dice así. Pero yo estoy disculpado porque no soy un intelectual y entonces puedo escribir estrimin y lo que me dé la gana, ya que no tengo la etiqueta de intelectual pegada al culo. Así que me gustaría escuchar esa conferencia del doctor Alberto, que es un gran médico, una buena persona y un amigo, aunque a veces se olvidara de los amigos para cultivar la insidia y nutrir, en su día, la Universidad de gente que luego se tuvo que marchar perversamente. Bueno, ya no voy a sacar más el tema, que está podrido de viejo y que me aburre mucho.

Cambio de asunto. Me cuenta quien lo sabe que los horribles pivotes, ya sentenciados por la justicia, del carril bici de Bermúdez para su ciudad sin bicicletas, los desenroscan por la noche la gente de los barrios que baja en moto y se los lleva. Unos dicen que se los venden después al mago para que el rural marque las lindes (el mago utiliza cualquier objeto vertical para señalar los límites, a veces móviles, de su propiedad). Otros opinan que los destinan a apuntalar gallineros. Y finalmente el resto asegura que los colocan al peso en las chatarrerías de escasos escrúpulos con lo público. Esta última yo creo que es la versión más creíble. Vienen dos zurriagos en una moto, desenroscan el material y arramblan con él en el velocípedo hacia el barrio, allí lo duermen hasta el día siguiente y luego, a colocarlo por ahí. El elemento barriada es muy dado a esas incursiones en el centro de la ciudad y los municipales y otras fuerzas de seguridad no van a estar en todo. Es imposible. Cito varias reuniones, cambiando de relato.

Se ha celebrado en Tenerife la reunión de la coordinadora de las ONGs de desarrollo de Canarias, CONGDCA. Me han enviado la fotografía, pero no la información, así que lo dejo aquí, tómenlo ustedes como noticia breve, de alcance que se dice. Y en la sede de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, en la calle 25 de Julio de Santa Cruz, hoy jueves dictó una conferencia la profesora Teresa García, que fue presentada por el catedrático de la ULL, Arturo Hardisson, querido amigo. La conferencia versó sobre la “Transición nutricional en España. Inversión de la dieta.

Influencia de las técnicas culinarias”. Finalmente, dentro del terreno cultural, se celebraron en La Laguna las jornadas Sefac sobre “Farmacia comunitaria: una profesión científica y especializada”. Vino lo más granado de España en la especialidad. Cada vez se le da más importancia a la farmacia comunitaria, que marca la relación de una profesión apasionante con el público. Una labor cada vez más valorada en todo el mundo. Y, por último, me preguntan cuándo se va a abrir el Gran Hotel Taoro. No lo sé. El otro día estaban los Polanco, que son los concesionarios del hotel y los que llevan a cabo la reconstrucción, almorzando en Los Limoneros.

Pero no les iba yo a preguntar por el Taoro, y menos si no conozco a Manuel Polanco, que parece que es el jefe de la cosa. Si acaso le hubiera preguntado al heredero de don Jesús por el giro de “El País”, aunque ellos poco tienen que ver ya con “El País” y menos con Oughourlian, o como se llame, de por medio. Creo que lo he escrito bien. Así que eso es todo por hoy, que es bastante. Empecé con los intelectuales y terminé con Oughourlian. ¡Qué horror!