El líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jameneí, ha cerrado la puerta a las negociaciones con Estados Unidos sobre el programa nuclear iraní, rechazando de plano la propuesta del presidente Donald Trump. En un discurso pronunciado este sábado ante altos funcionarios gubernamentales en Teherán, Jameneí afirmó que negociar con Washington “no es inteligente, ni sabio, ni honorable”, argumentando que la experiencia histórica demuestra que tales diálogos no resuelven los problemas de Irán y que EE.UU. busca imponer nuevas demandas inaceptables.
La declaración llega tras la revelación de Trump el viernes en una entrevista con Fox Business, donde confirmó haber enviado una carta a Jameneí el pasado miércoles ofreciendo un nuevo acuerdo nuclear para reemplazar el Joint Comprehensive Plan of Action (JCPOA) de 2015, del que Trump retiró a EE.UU. en 2018. “Espero que negocien, porque sería mucho mejor para Irán”, dijo Trump, advirtiendo que de lo contrario “tendremos que hacer algo, porque no pueden tener armas nucleares”. Sin embargo, Jameneí desestimó la oferta, acusando a EE.UU. de actuar como un “estado acosador” y señalando que las negociaciones son un pretexto para restringir las capacidades defensivas y la influencia regional de Irán.
El contexto de este rechazo se enmarca en la reimposición por parte de Trump de su política de “máxima presión” desde que asumió su segundo mandato en enero. Esta semana, nuevas sanciones dirigidas al sector petrolero iraní —principal fuente de ingresos del país— han intensificado la presión económica sobre Teherán, que ya enfrenta una inflación galopante y un rial en caída libre, alcanzando los 872.000 riales por dólar en el mercado paralelo. El ministro de Exteriores iraní, Abbas Araghchi, respaldó la postura de Jameneí, declarando el viernes en Jeddah que “no habrá negociaciones bajo amenazas y presión máxima”.
A pesar de la apertura previa de Jameneí en agosto de 2024 a posibles diálogos con EE.UU., sus comentarios de hoy reflejan un endurecimiento frente a la estrategia de Trump, quien combina sanciones con gestos diplomáticos. Analistas sugieren que este rechazo podría complicar los esfuerzos de mediación de países como Rusia, que esta semana expresó su disposición a facilitar conversaciones nucleares entre ambas naciones. Mientras tanto, la ONU ha acogido con cautela el intento de Trump, destacando que “la diplomacia sigue siendo el mejor camino” para garantizar la naturaleza pacífica del programa nuclear iraní.
La tensión crece en un momento en que Irán ha acelerado su enriquecimiento de uranio al 60%, según la Agencia Internacional de Energía Atómica (IAEA), acercándose al umbral del 90% necesario para armas nucleares, aunque Teherán insiste en que sus fines son pacíficos. Con este rechazo, el enfrentamiento entre Washington y Teherán parece encaminarse a un punto crítico, dejando al mundo a la espera de los próximos pasos de ambas potencias.
