El Gobierno de Israel ha convocado a la embajadora española, Ana María Salomón Pérez, a una reunión de amonestación en Jerusalén, tras las declaraciones del presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, en el Congreso de los Diputados. Durante una sesión de control, Sánchez respondió al diputado de Esquerra Republicana, Gabriel Rufián, quien acusó al Ejecutivo de comerciar con Israel, al que calificó de «estado genocida». Sánchez replicó: «Nosotros no comerciamos con un estado genocida». Aunque no mencionó explícitamente a Israel, las autoridades israelíes se sintieron aludidas y calificaron sus palabras de duras, lo que motivó la citación de la embajadora española.
Este incidente se suma a una serie de tensiones diplomáticas entre ambos países. En abril, el Gobierno español canceló un contrato de 6,6 millones de euros con la empresa israelí IMI Systems para la compra de 15 millones de balas destinadas a la Guardia Civil. La decisión fue anunciada por Sánchez con el fin de preservar la unidad en su coalición de gobierno con Sumar. Israel criticó duramente la anulación del contrato, acusando a España de anteponer motivos políticos a consideraciones de seguridad.
Además, en noviembre de 2023, Israel convocó a la embajadora española tras las declaraciones de Sánchez durante una visita al paso fronterizo de Rafah, entre Egipto y Gaza. En esa ocasión, Sánchez expresó tener «serias dudas de que Israel esté cumpliendo con el derecho internacional humanitario», lo que fue interpretado por Israel como un apoyo al terrorismo de Hamás. El ministro de Exteriores israelí, Eli Cohen, ordenó entonces la convocatoria de la embajadora española para una conversación de reprimenda.
Estas acciones reflejan un deterioro en las relaciones bilaterales entre España e Israel, marcado por diferencias en la interpretación de las acciones israelíes en los territorios palestinos y las respuestas diplomáticas correspondientes.
