¿Hasta cuándo, Maduro?

Maduro sabe que se tiene que ir. Todas las dictaduras de Latinoamérica han ido cayendo y, de hecho, sólo queda la suya y la de Daniel Ortega y esposa en Nicaragua. Maduro sabe que es un presidente ilegítimo y que la presión internacional llegará a ser insoportable. Los dictadores no sólo caen por su crueldad, que es su seña principal de identidad, caen por la economía. Venezuela sigue produciendo petróleo, alrededor de un millón de barriles diarios, que Estados Unidos compra casi bajo cuerda para su reserva estratégica. Con la oposición en el poder también tendría ese petróleo, por ese lado no hay problema. Y muchos industriales venezolanos que se han quedado en el país, y están pagando el impuesto revolucionario, siguen fabricando e importando alimentación, bebidas, muebles. Un montón de cosas. La economía de Venezuela está dolarizada y el bolívar es sólo un testimonio, es la moneda de los pobres. Las cuentas en dólares y en euros en el extranjero, o al menos algunas, de sus mandamases están bloqueadas. Los principales gerifaltes se han hecho con las minas de oro del suelo venezolano, uno de los países más ricos del mundo. Y estos maquiavelos de la dictadura tienen poca imaginación para ocultar sus fondos. El ministro de Defensa, el general Padrino, usa para manejar sus cuentas en España y en los Estados Unidos (donde creo que se las han bloqueado) a su cuñada. No sé dónde tendrán Zapatero y Monedero sus dineros venezolanos, todavía no ha saltado ese dato. Pero saltará. Porque gratis no van a trabajar, digo yo. Porque currárselo, se lo curran, recorriendo colegios electorales y dando fe de que todo es legal. No hay más que verlos. Maduro caerá y se empezarán a conocer cosas y a delatarse unos a otros y esto será divertido. Yo creo que los dos españoles citados merecen una inspección de la Agencia Tributaria, a ver si aparece algún escondrijo. Han caído torres más grandes, han caído dictadores de ralea similar, han sido descubiertas las torturas, las violaciones físicas y de derechos humanos, similares a los crímenes del chavismo de Maduro, que es mucho peor que el de Chávez; porque Chávez era inteligente y Maduro es un animal de bellota. Todo eso pasará, pero para que ocurra tiene que caer Maduro. De cualquier manera. U obligado por el pueblo en una demostración que no podrá parar, o voluntariamente, eligiendo un exilio cómodo y seguro. En Rusia o en Brasil, da igual. En Cuba o en España, mira tú, que Zapatero le consiga un chalecito en Lanzarote. Así los tenemos todos juntos. No se sabe, sin embargo, cuánto resistirá Maduro al frente del narcoestado venezolano. Porque lo es, no les quepa la menor duda. Y tampoco les quepa duda de que Pedevesa, la empresa pública venezolana del petróleo, tiene un agujero negro que lo detecta un telescopio de juguete. Ya verán cundo se enseñen las cuentas al mundo.