Joselu merecía seguir jugando en el Real Madrid. Ayer demostró lo que puede hacer un delantero centro nato en ataque y en defensa. Luchó como si tuviera 20 años (tiene 34, creo) y demostró en varios momentos del partido que a su faceta de peón de obra une la de capataz.
Con diez jugadores desde la mitad de la primera parte, por expulsión de Le Normand, justa, por exceso de brío con un contrario, sin nadie detrás, España le ganó 1-4 a Suiza en Ginebra, se coloca segunda, tras Dinamarca, en la fase de grupos de la Liga de las Naciones y demuestra que sigue teniendo el mismo equipazo que cuando ganó, hace un par de meses, la Eurocopa de Europa de Selecciones Nacionales.
Y Suiza no es mal equipo. Cuando marcó su golito asedió a España, que se defendió con uñas y dientes y que supo contener aquel ciclón jugando al contrataque; tanto los que salieron de entrada como los que los sustituyeron, como Ferrán, por ejemplo, que a España siempre le viene muy bien, y que marcó su gol, a pase majestuoso de Joselu. Un gran Fabián anotó los otros dos.
Pero para mí la clave de todo fue el orden que desplegó España en la totalidad los espacios, la aparente veteranía de sus jugadores más jóvenes y el buen hacer de delanteros como Lamine Yamal, que aunque no cumplió un gran partido supo mantener en jaque a la defensa suiza, hasta el 0-2. Williams jr., desde que lo ensalzaron en los medios más de la cuenta aparece más bien poco. El seleccionador De la Fuente lo sustituyó.
España, en el parón de octubre, jugará contra Dinamarca y contra Serbia, en casa, primero en Murcia contra Serbia y luego en Córdoba contra Dinamarca, o al revés, la verdad es que no tengo ganas de mirarlo porque me da igual y a ustedes también. Así que tiene posibilidades de colocarse primera de su grupo y de pasar a octavos sin problemas, aunque esto es fútbol. Fútbol es fútbol, como rezaba la estúpida frase de Bujadin Boscov, a la sazón entrenador del Real Madrid, que hizo luego fortuna. Evidentemente, fútbol no puede ser balonmano.
Luis de la Fuente, candidato al mejor entrenador europeo, demostró que ha encontrado desde hace tiempo a un buen equipo, que mantiene unido al vestuario y que el tropiezo contra Serbia (0-0) fue el resultado de un día bobo de los mismos delanteros que son capaces de golear a Suiza en su casa. Por cierto, España no ha perdido nunca en Suiza, me enteré ayer por TVE.
Mientras la Federación Española de Fútbol está hecha unos zorros, a la espera de ser conquistada por las huestes de Pedro Sánchez, España gana sus partidos. Desde que el gafe conquiste la Federación, adiós España, o sea que espero que no lo consiga y que el mundo del deporte se imponga al mundo de la política.
Alentador triunfo, en resumen, de España, ante una Suiza que está renovando su Selección, tras las retiradas de algunos de sus jugadores de la Eurocopa, y un sistema de juego de los españoles que ya crea estilo, al contrataque, con jugadores muy rápidos, un centro del campo donde reina Rodri y una defensa sólida, sobre todo si están en el campo Le Normand y Laporte (Vivian es más bien flojo). Carvajal hizo también un buen partido y le dio carácter al equipo. Y creo que es suficiente. España, como Joe Rígoli, aquel horrible cómico argentino del Un, dos, tres, sigue.
