Estaban en Islandia

Ellos dos, y las niñas, estaban en Islandia. No sé cuánta escolta se llevaron, pero no volaron en el Falcon sino en Iberia Exprés, que es la compañía más incómoda del mundo. Si no les arreglaron un poquito el espacio entre filas llegarían todos, ellos, ellas y los escoltas –si los hubiera o hubiese–, entumecidos, con el síndrome de la clase turista encima. Se decía que si estaban en Marruecos, pero era una pista falsa. Estaban en Islandia y no sé si alguna revista del corazón habrá logrado fotos de los Sánchez recorriendo los volcanes y las nieves perpetuas del país. Parece que Islandia abrirá embajada en España, que no tenía, según leo, y Sánchez ha hecho amistades allí y se ha marchado de asueto, con Bego y las niñas. Oiga, tienen derecho a vacaciones, porque sus vidas ajetreadas sí que están, con tanto paseo judicial y tanto corre/corre de Puchi por la ruta de los contrabandistas en los Pirineos. Pero estaban en Islandia y ya están en La Mareta, que esta vez sí volaron en el Falcon, con el caviar de a bordo y las exquisiteces que sirve a los VIP del Gobierno una empresa que se dedica a abastecer a aviones ejecutivos; mucho cuidado con eso. Por cierto, los mossos. Lo primero que ha hecho el ex flecha Illa es ir a verlos a su acuartelamiento principal, para agradecerles que hayan detenido a Puigdemont y lo hayan puesto a  disposición del magistrado Llarena. ¿Porque eso fue lo que hicieron, no? Más ridículo para Illa y para Los mossos, que no se enteraron de la tocata y fuga del prófugo más prófugo de cuantos prófugos en el mundo son. No hay actividad política hasta la próxima semana, aunque yo creo que la van a dilatar hasta finales de agosto porque, la verdad, con este calor hacer política es un crimen de Estado. Sí se celebrará un consejo de ministros la próxima semana. Como en  este país la política y los juzgados están íntimamente unidos, y los juzgados en agosto están cerrados, o casi, pues hasta que no abran tampoco habrá política, porque los jueces tienen también derecho al descanso. Ola de calor sí que tenemos, se anuncia y ya se sufre en todas las comunidades. Eso de que mientras escribo, que ya es casi de noche en Tenerife, los termómetros marquen 25,8 grados en el exterior es casi insoportable. Una amiga me dice que en Córdoba tienen 10 grados más. Joder, esto no hay quien lo aguante y aunque yo tengo el aire acondicionado a tope, luego llega la factura de la luz y me desestabiliza el presupuesto hasta límites graves. Cómo corre el mes de agosto. Pasa volando y con septiembre viene ya el último tramo del año. Dentro de poco están ya aquí las Navidades, las colas, los tropezones, la incomodidad, la subida de precios y la madre que los parió. Procuren disfrutar de octubre, que es el mejor mes del año. Y, si no, váyanse a Islandia, que es un país muy fresquito, muy acogedor y muy bueno para quitarse de en medio. Seguro que en Islandia no abuchearon a la familia Cebolleta.