Vorodimir Zelenski y Donald Trump dieron, en la Casa Blanca, delante de la prensa estadounidense –que es la prensa mundial— un espectáculo deplorable. Demostraron ser dos horteras de libro. Como actor secundario JD Vance, el vicepresidente, que apoyó, claro, a su jefe. A Elon Musk no lo vi, quizá no estaba. Sí vi con cara muy triste a la embajadora de Ucrania en Washington, avergonzada. No sé quién fue más burdo, probablemente Trump. El mundo se ha convertido en un meme inmenso. Aquí, junto a estas líneas, tienen uno para que vean cómo el despacho oval se pudo convertir en un ring, con dos animales dándose puñetazos. Yo creo que el más brusco fue Trump, porque al fin y al cabo era el anfitrión. Pero ese gigantón no sabe lo que es urbanidad y es un echado para adelante que va a pagar cara su actitud beligerante con el que no le gusta. Desconoce el arte de la democracia y sus virtudes y se aprovecha de que Europa está en manos de una mema como es Von der Leyen. Ya el jefe de la OTAN le ha echado un rapapolvo a Zelenski para que se modere ante los Estados Unidos, que es parte fundamental de la Alianza Atlántica, porque tampoco se puede ir a América en plan figurita. Y estoy de acuerdo con los que dicen que se quite Zelenski ya el infame jersey y se ponga una chaqueta y una corbata. Los chinos, los cubanos y los persas van siempre descorbatados. Corbata se pone hasta el gordinflón de Corea del Sur, aunque parezca, cuando camina, el árbol del ahorcado. A mí no me importa que me llamen gordo, lo que no soporto es cuando me dicen gordito. Gordinflón tampoco me entusiasma. Pero el espectáculo de la Casa Blanca no se debe repetir. Es más, Zelenski, que es verdad que ya no tiene tropas para combatir a los rusos, debería volver, reconocer que los que están luchando en las trincheras ucranianas que quedan son mercenarios, acabar con la guerra, convocar elecciones, aceptar una fuerza de paz de países de la OTAN, en teoría neutrales, y poner fin a la masacre. Porque jamás les ganarían a los rusos, que son muchos y los ucranianos pocos. En fin, un espectáculo atroz y un meme –el que publicamos— muy celebrado en las redes.
miércoles, 25 junio,2025