¿Es Ábalos o Rodolfo Valentino?

El caradura de Sánchez acaba de ceder competencias migratorias a Cataluña, por ahora dice que en colaboración entre los Mossos y la Policía Nacional. Acabará engañando a los catalanes, pero era lo último que había pedido Junts para mantenerlo en el poder. Ahora son los vascos, con toda la cara, los que le solicitan el reconocimiento de las Vascongadas como “nación vasca”, si quiere sus votos, y antes de que invadan el Congreso los del PP y los de Vox. O sea, que el PNV le pide a Sánchez que o se da prisa o sale de la presidencia. La cesión al chantaje de este espécimen de caradura irredento no tiene límites. Se mantiene a fuerza de conceder lo que le pidan, aunque no se plasma nada en documento oficial alguno, todo es de palabra, todo está envuelto en una especie de nebulosa; gris e impenetrable. El modus operandi de este cretino no tiene solución de continuidad, practica el engaño permanente a sus socios, que parecen bobos, porque nada se sustancia, ni siquiera la condonación de la deuda catalana. Cuando lleguen el PP y Vox al poder, esa deuda no pagada al Estado volverá a estar en vigor, porque se dictará otra ley que derogue la que pueda publicar ahora Sánchez en el BOE. Para colmo, el figura de Ábalos, el amigo de Sánchez, el que fuera su secretario de Organización y ministro, sigue haciendo currículo. Se ha ligado, o eso parece, a una miss asturiana, a la que dicen que también enchufó, como a su Jéssica, aunque la ex miss lo niega con vehemencia. Es una miss socialista, que “cruzó mensajes” con Ábalos. Coño, por cruzar mensajes no se puede convertir a nadie en novieta, faltaría menos. Pero, dados los antecedentes del personaje, hay sospechas. Miren, yo les confieso a ustedes, desocupados y amables lectores, que esto de escribir de política está cada día más complicado, porque uno se abruma con todo lo que tiene que contar sobre estos pajarracos en el poder. Pero, ¿es realmente Ábalos o ha nacido un nuevo Rodolfo Valentino, que se las lleva al huerto a base de suelditos públicos, en vez de conquistarlas por amor? ¿Será una especie de Barrio Rojo de Ámsterdam La Moncloa? Parece que el último acontecer del PSOE, desde los EREs andaluces, está más cerca de la coca y las trabajadoras sexuales que de la política. Pasando por el caso Koldo, el Tito Berni y todos esos procesos de lenocinio y pisitos francos del amor hermoso, que ni siquiera son capaces de tumbar a nadie. Porque todos, o al menos casi todos, siguen en el machito. Esto no es España, esto es un putanal. No existe la palabra, pero me gusta más que putiferio.