No dejamos títere con cabeza. El bellísimo y original jardín vertical que construyeron los arquitectos de la firma Herzog & de Meuron, el prestigioso estudio de fama mundial, junto al lago artificial de la Plaza de España, también diseñado por ellos, está en ruinas. Por no cuidarlo se ha estropeado del todo, con la complacencia infinita del Ayuntamiento de Santa Cruz. Una verdadera pena, un daño que necesita ser reparado inmediatamente. Este jardín era la admiración de miles de turistas que con las cámaras de sus móviles lo habían lanzado al mundo, a través de las redes sociales. La firma Herzog & de Meuron está presente en las mejores capitales europeas y Santa Cruz, en tiempos de Miguel Zerolo, había conseguido un diseño muy especial, homenaje a la flora canaria, de estos prestigiosos arquitectos.
Pues, nada. A dejarlo morir, que es lo suyo. El jardín supongo que se podrá recuperar pero si no se ponen pronto a ello, las raíces se quemarán por falta de agua y no habrá quien recupere la variedad floral que lucía hace sólo unos meses. No hay derecho. Los chicharreros que lo saben están indignados y no diré nada de los aficionados a la botánica, los que pretenden una ciudad más bella y los amigos de la lógica, porque parece poco lógico que se deje morir la belleza. Jacques Herzog y Pier De Meuron, que tienen sus estudios en Suiza, Pekín, Madrid, Londres y Nueva York estarán felices. Como yo, coño, viendo la desidia de los encargados de mantener el jardín. Cambio de asunto. Informa la siempre eficaz Eva María Fariña, jefa de prensa del Ayuntamiento de La Orotava, que agentes de la Policía Local del municipio, atendiendo a los llantos de una perrita que había parido diez cachorros, acudieron a una finca de los altos de La Orotava y se encontraron con que el animal del dueño de la perrita la había atado, la perrita había parido y uno de sus crías había muerto. Otro perro que se encontraba en la finca presentaba signos de desnutrición. Los agentes llamaron con urgencia al Servicio de Bienestar Animal del Ayuntamiento de la Villa, que se hizo cargo de los perros, que ahora se recuperan, en régimen de acogida, en instalaciones municipales. ¿Está ya en la cárcel el dueño de la finca y de los perros o tengo que ir yo a presentar la denuncia, por bestia y por maltratador? Coño, he leído en los periódicos que al socio de la Bego, al tal Barrabés, el Gobierno de Sanchito le encargó botas de montaña –no se sabe para qué pies— por valor de 734.748 euros, en pleno “caso Begoña”. No hay vergüenza, no conocen lo que es. Por eso, yo cada vez que le pago algo a la Agencia Tributaria me dan ganas de ir al baño.
Otra cosa, el conejo me riscó a la perra: la Delegación del Gobierno construye una garita para la Guardia Civil, para que la Benemérita vigile permanentemente la casa de Zapatero, el amigo de Maduro, en la playa de Famara, en Lanzarote. Si César Manrique levantara la cabeza. El caradura de Zapatero mejor que se vaya a un embalse de León a mojarse los cataplines y nos deje a los canarios tranquilos. Mentecato. Si por lo menos le pidiera a su amigo Maduro que entregara las actas electorales. Pero, claro, es que si lo hace se le jode el negocio suyo y el de su familia en Venezuela. Que ni chiquito rostro tiene el nota. Pero a cada cochino le llega su sanmartín y lo digo en términos de cese de prebendas y garitas. Y eso.
