Este domingo 25 de mayo de 2025, Venezuela celebró elecciones parlamentarias y regionales en un clima de baja participación ciudadana, desinformación y un notable despliegue militar. Se eligieron 285 diputados a la Asamblea Nacional, 24 gobernadores y 260 legisladores regionales. Sin embargo, la jornada electoral está marcada por la apatía y la división en la oposición.
La oposición se presentó fragmentada: mientras figuras como María Corina Machado llamaron al boicot electoral, otros líderes, como Henrique Capriles, instaron a participar para evitar que el oficialismo consolidara su poder. Esta división generó confusión entre los votantes y contribuyó a una participación estimada en apenas un 35%.
El gobierno de Nicolás Maduro desplegó más de 412.000 efectivos de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana para resguardar la seguridad en los centros de votación y el material electoral. Este despliegue masivo fue justificado por las autoridades como una medida para garantizar el orden durante el proceso electoral.
En los días previos, se detuvo a más de 70 personas, incluidos opositores, activistas y periodistas, acusados de conspirar contra el mandatario. Entre los detenidos se encuentra Juan Pablo Guanipa, destacado dirigente opositor y aliado de María Corina Machado. Además, Estados Unidos manifestó su rechazo a lo que consideró una «farsa electoral» en la región del Esequibo, territorio en disputa con Guyana, calificando el proceso como ilegítimo.
La jornada electoral también estuvo marcada por la desinformación. Muchos ciudadanos desconocían detalles sobre la votación, y la propagación de noticias falsas socavó la confianza en el proceso electoral y en las instituciones democráticas.
En resumen, las elecciones parlamentarias y regionales de 2025 en Venezuela se desarrollan en un contexto de desinformación, baja participación y fuerte presencia militar, reflejando la profunda crisis política y la división que atraviesa el país.